(Pablo J. Ginés/La Razón) Tres de cada diez españoles “creen mucho” en Dios, otros dos de cada diez “creen bastante”, dos más no creen en Dios y hay otros tres que serían “católicos sociológicos”, que se definen católicos pero no dan importancia a la fe. Dos de cada diez españoles cree firmemente en los ángeles. Hay más dudas acerca de la vida después de la muerte, que sólo convence firmemente al 18 por ciento, aunque una mayoría la admite como algo probable. Uno de cada tres españoles va a misa con asiduidad, otro 38 por ciento acude a misa varias veces cada año, pero sin regularidad. Hay un 28 por ciento de españoles que, asombrosamente, dicen que nunca han ido a misa. Un 42 por ciento de los españoles declara que prácticamente nunca reflexiona sobre la religión. Las personas religiosas son más tolerantes y abiertas con otras religiones que las no creyentes. Así, el 77 por ciento de los religiosos creen que “hay que estar abierto a otras religiones”, algo que sólo comparte el 63 por ciento de los arreligiosos. El 32 por ciento de los españoles dice que la religión es algo muy importante en su vida, un porcentaje poco impresionante cuandolo comparamos con los que dicen que es importante su familia (99 por ciento), la educación (97) o la pareja (86 por ciento). El 67 por ciento dice que su creencia religiosa no afecta a sus opiniones políticas, pero hay un 18 por ciento de creyentes que dice que les influye mucho o bastante. Es el mismo 18 por ciento de creyentes que dice que la religión es muy importante en su actitud hacia la sexualidad, junto a otro 17 por ciento que admite sólo cierta influencia religiosa en su sexualidad, aunque moderada. El 42 por ciento de los creyentes dice que la religión les influye mucho a la hora de afrontar una crisis personal o plantearse el sentido de la vida. En general, el estudio (cien preguntas por teléfono a mil personas en el año 2007) muestra que los españoles intentan parecer menos religiosos de lo que son realmente cuando se analizan sus prácticas de oración, reflexión o valores, algo que, según Martin Rieger, responsable del estudio, no pasa en ningún otro país de los estudiados en Europa. Un ejemplo de esto es que muchos prefieren calificarse de “espirituales” en vez de “religiosos”. Un 43 por ciento de los entrevistados dice que reza al menos una vez por semana. El 87 por ciento de los no religiosos recibieron algo de educación religiosa en la infancia.