Un total de 141.246 parejas se disolvieron el año 2007, un 9 por ciento menos respecto a las 155.628 rupturas que se produjeron a lo largo de 2006, según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En lo que se refiere al periodo afectado por la entrada en vigor de la del del "divorcio express", entre 2004 y 2007, las rupturas aumentaron un 5 por ciento. Cataluña es la región con más divorcios (24.358), seguida por Andalucía (23.690), Madrid (17.968) y Valencia (16.338). Los datos del CGPJ muestran que el pasado año, salvo en el caso de las nulidades matrimoniales (pasan de 153 a 196), han descendido todos los tipos de rupturas: los divorcios consensuados (de 85.645 a 80.619), los divorcios no consensuados (de 55.672 a 50.221), separaciones de mutuo acuerdo (de 8.796 a 6.541) y separaciones contenciosas (de 5.362 a 3.669). A pesar del descenso registrado en el último año por el CGPJ, el Instituto de Política Familiar advierte que el número total de rupturas fue superior a las de 2006, teniendo en cuenta que el número de divorcios sin separación previa es mayor. Esta circunstancia influiría en la cifra total de rupturas anuales ya que, una parte de los divorcios provendrían de separaciones en años anteriores. Así, según sus datos, el 82 por ciento de los divorcios se habrían producido sin separación previa en 2007, mientras que en 2006, la proporción se sitúa en el 69,6 por ciento (datos del Instituto Nacional de Estadística). Asimismo, el número total de "rupturas nuevas" en 2007 (sin contar los divorcios que proceden de separación) alcanzó las 117.695, mientras que en 2006 esa cifra fue de 112.668. Las rupturas disminuyen en dos fases: separación y posterior divorcio y, en la actualidad, once de cada doce parejas que rompen optan por el divorcio, sin pasar por una separación previa. Por todo ello, el número total de "rupturas netas" ha aumentado un 43 por ciento en 2007 frente a 2004, año en que se produjeron 82.530. Eduardo Hertfelder, presidente del IPF, ha declarado que "estos datos deben ayudar a despertar a la sociedad española, y hacer que el gobierno tome medidas cuanto antes. Es necesario un auténtico cambio de rumbo en cuanto a medidas legales, protección social y cultural del matrimonio y la familia para lograr enderezar esta tremenda crisis que estamos viviendo en España".