Al iniciarse los trabajos de la 12º Congregación General del Sínodo de los Obispos que se celebra hasta el 26 de octubre en el Vaticano, uno de los temas tratados por los padres sinodales ha sido la necesidad de difundir la Biblia entre los jóvenes utilizando medios creativos.
En su intervención, el Cardenal George Pell, Arzobispo de Sydney (Australia), sugirió algunas iniciativas como "la formación de equipos de jóvenes laicos que den testimonio de Cristo en los grupos juveniles, escuelas, parroquias y universidades"
Monseñor Pell habló también de "la puesta en marcha de representaciones contemporáneas equivalentes a los Misterios medievales para llevar la Palabra de Dios a las personas. Son ejemplo de ello los Via Crucis de la Jornada Mundial de la Juventud en Sydney y Toronto, la Pasión de Oberammergau y la película La Pasión de Cristo". Asimismo, prosiguió el Purpurado, debe alentarse "el desarrollo y la ayuda a las redes de comunicación católica en Internet, como un facebook católico que cuenta al menos con 40.000 miembros, presentado en Sydney durante la JMJ.
La creación de un Instituto Central para la Traducción de la Biblia para que ésta se traduzca con más rapidez y precisión en las lenguas locales de Asia, África y Oceanía. Sería útil una colecta para financiar las traducciones; Solicitar a la Congregación para la Doctrina de la Fe que elabore una normativa sobre lo irrefragable en las Escrituras".
Por su parte y en la misma Congregación General, el Cardenal Stanislaw Rylko, Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, recordó que "uno de los frutos más preciosos del Concilio Vaticano II ha sido sin duda la mayor difusión de la Sagradas Escrituras y el conocimiento más profundo que de la misma ha adquirido el Pueblo de Dios".
Tras precisar que "el redescubrimiento del lugar de la Palabra de Dios en la vida de los bautizados se ha visto favorecido especialmente por los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades", el Cardenal Rylko comentó que "para muchos laicos, unos y otras han pasado a ser verdaderos y propios laboratorios de la Palabra de Dios en los que se familiariza con las Sagradas Escrituras, se aprende a apreciar la Palabra de Dios y a vivirla en la vida laical, en el corazón del mundo".
Finalmente, explicó, "para la relación de los bautizados con la Palabra de Dios otro gran signo de esperanza viene de las generaciones jóvenes. Las Jornadas Mundiales de la Juventud han dado y siguen dando una aportación notable a la difusión del conocimiento de la Palabra de Dios entre los jóvenes".