(Zenit) "Los obispos indios han alzado su voz en varias ocasiones, y otros lo han hecho desde el extranjero, por ejemplo, la Unión Europea, para plantear a las autoridades indias interrogantes preocupantes", informa el portavoz. "Parece que finalmente, si bien con gran retraso, comienzan a llegar respuestas y garantías de compromiso para restablecer la calma", añade. El mismo primer ministro, Manmohan Singh, ha reconocido que para la India se trata de una "vergüenza nacional", "en contradicción abierta con los grandes valores de no violencia, tolerancia y respeto de las religiones que este gran país ha cultivado desde hace siglos", recuerda el padre Lombardi. "Pero ciertamente hay que tomar acto de que los fundamentalistas son activos y constituyen una amenaza desde diferentes partes del mundo", advierte el portavoz. Por este motivo, concluye, "el diálogo entre las religiones, camino largo y difícil, es uno de los desafíos más cruciales de hoy y de mañana, para que en el nombre de Dios se edifique siempre y sólo la paz".