(Zenit) El cardenal reconoció que "la relación interna de la exégesis con la fe ya no es unánime y las tensiones aumentan entre los exegetas, pastores y teólogos". "Ciertamente la exégesis histórico-crítica se contempla cada vez más con otros métodos, algunos de los cuales se reconcilian con la tradición y la historia de la exégesis. Pero de modo general, después de muchos decenios de concentración en las mediaciones humanas de la Escritura, ¿no habría que reencontrar la profundidad divina del texto inspirado sin perder las valiosas adquisisciones de las nuevas metodologías?", afirmó. La propuesta del cardenal fue la de no ver la interpretación de la Biblia como algo meramente académico, pues la Palabra de Dios penetra en todas las dimensiones de la persona. Al mismo tiempo, según él mismo explicó a los periodistas en la Oficina de Prensa del Vaticano tras pronunciar su propuesta, es necesario crear una relación entre exegetas y teólogos con los obispos que supere las tensiones, para llegar a la comunión, respetando claro está las atribuciones propias de cada uno. Un ejemplo de esta comunión, que respeta los diferentes ámbitos, pero no pierde de vista la base misma de la Palabra, el Amor, en el impulso que está dando la Obra de María, es decir, el Movimiento de los Focolares, fundador por la fallecida Chiara Lubich. "Sería oportuno que el Sínodo se interrogase sobre la pertinencia de una eventual encíclica sobre la interpretación de la Escritura en la Iglesia", afirmó. Tras salir del aula, el cardenal Ouellet explicó a los periodistas que ya existe un documento de la Comisión Bíblica Internacional sobre la interpretación de las Escrituras, pero obviamente un documento del Papa tendría una autoridad y un impacto mucho mayor. En estas semanas de trabajo se verá si los padres sinodales se unen a esta propuesta de su relator general.