(ReL) El Prelado del Opus Dei recuerda en su escrito que Juan Pablo II afirmó que San Josemaría fundó el Opus por inspiración divina y cita las palabras del por entonces cardenal Ratzinger en la homilía de beatificación de San Josemaría: "Josemaría Escrivá consideró esta llamada no sólo dirigida a sí mismo, sino sobre todo como un encargo para transmitir a los demás: animar a la santidad y congregar para Cristo una comunidad de hermanos y hermanas". Consciente de este encargo -proseguía-, "viajó incansablemente por distintos continentes, hablando a las gentes para animarles a ser santos, a vivir la aventura de ser cristianos dondequiera que sea el sitio de cada uno en la vida. Así llegó a ser el gran hombre de acción, que vivía de la voluntad de Dios y animaba a otros hacia ella". El Prelado destaca igualmente la exhortación de San Josemaría a los fieles durante un encuentro multitudinario en Argentina, en 1974, año de trágicos enfrentamientos en esa nación sudamericana. Con voz enérgica, recomendaba: "Que sembréis la paz y la alegría por todos lados; que no digáis ninguna palabra molesta para nadie; que sepáis ir del brazo de los que no piensan como vosotros. Que no os maltratéis jamás; que seáis hermanos de todas las criaturas, sembradores de paz y alegría". Monseñor Echevarría concluye asegurando que xada aniversario es una oportunidad para mirar al futuro: "Al cumplirse ahora ochenta años de la fundación del Opus Dei, pido a Dios que esta pequeña parte de la Iglesia, que es la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei, cumpla siempre en el seno de la sociedad civil la misión que El mismo le confió en 1928: realizar en las almas una siembra generosa de la paz y la alegría del Evangelio, que impregne también las estructuras de la sociedad haciéndolas más humanas."