(ACI) Seguidamente indican "que la toma de decisión sobre el tratamiento médico de los pacientes que depositan en nosotros su gran confianza, debe guiarse sobre todo por nuestra conciencia. La moral evaluación de la práctica médica no debe basarse en opiniones superficiales o tendencias en boga, sino que debe basarse en la sensibilidad de una conciencia formada de acuerdo al objetivo de las normas éticas comunes a todas las personas y que constantemente es defendido por la Iglesia". "Con el fin de garantizar la libertad del ejercicio de la profesión, debemos de defender el derecho a la objeción de conciencia", precisan. Tras resaltar la calidad moral intachable que debe tener un médico, los galenos indican que "la fuente y la base de todas las normas éticas es la inalienable dignidad de la persona humana en todo el transcurso de su vida: desde la concepción hasta la muerte natural". Al referirse luego a la eutanasia, los médicos explicaron que rechazándola, "apoyamos el desarrollo de la medicina paliativa" y no admitiendo el aborto "buscamos asegurar el correcto cuidado de todo tipo de atención para la familia y el niño enfermo, tanto antes como después del nacimiento". Seguidamente indicaron que eligen "el tratamiento de las causas subyacentes de la infertilidad y no por las sucesivas técnicas de reproducción artificial" y apoyan "el desarrollo de la investigación dentro de la utilización de células madre tomadas de los adultos y de la sangre del cordón umbilical, rechazando la utilización de embriones humanos para este propósito". Tras expresar su compromiso para realizar labor de ayuda a los más necesitados, los médicos europeos precisaron que "la medicina debe ser practicada en condiciones dignas, que se deben tanto a los pacientes como a los médicos, y estamos constantemente afirmando que en nuestras actividades el bien de los pacientes tienen prioridad sobre otras obligaciones".