(ACI) Tras expresar su asombro, el texto relató que el 7 de septiembre, un "teniente de la reserva", identificado por testigos como José Luis Villalda, se presentó al término de la Misa dominical y ordenó a las Hermanas Misioneras Lauritas desalojar la capilla porque "sería destinada a la formación o entrenamiento de ‘Brigadas Infantiles y Juveniles de la Reserva’, integrada por menores de 8 a 14 años". "Según el testimonio de vecinos, la capilla esta siendo utilizada para actividades con menores hasta altas horas de la noche", señaló el comunicado. En ese sentido, expresó la más enérgica protesta de la Archidiócesis de Caracas ante este atropello, pues se ha ocupado un "lugar sagrado dedicado al culto religioso". Asimismo, exigió respetar "los derechos de los niños según las leyes nacionales e internacionales vigentes". El texto señaló que "las medidas oportunas que estamos exigiendo restablecerán la paz y la armonía en la comunidad afectada por los hechos que denunciamos".