(Luis F. Pérez/ReL) Las romaxes son organizadas por la asociación Irimia con la colaboración este año de la asociación cultural A Chaínza, ambas cercanas al nacionalismo gallego. La primera tuvo lugar en el año 1978 y como objetivo se planteó la promoción de una Iglesia más gallega y más implicada en la realidad social, económica y cultural. Desde entonces, y según palabras de Xabier Blanco, del equipo organizador, una de sus principales metas ha sido la "gallegización de la Iglesia, especialmente en el aspecto litúrgico". Blanco añade que quieren "celebrar el privilegio de ser un pueblo con raíces bien profundas de las que no queremos ni podemos desprendernos: una manera de hablar, una manera de bailar, una manera de rezar, una manera de tratar con los demás, con la naturaleza y con Dios". La realidad es que en las eucaristías celegradas en las "romaxes de crentes galegos", junto con otras vulneraciones de las normas litúrgicas, en las oraciones, lecturas, cantos e intervenciones de sacerdotes y laicos, se consagran grandes panes gallegos que luego son repartidos entre los asistentes sin el cuidado debido que requieren las especies eucarísticas. Por ello mismo, este año se produjo la intervención de monseñor Manuel Sánchez Monge, obispo de Mondoñedo-Ferrol, pidiendo a los organizadores y sacerdotes participantes que no celebraran la eucaristía. Dicha intervención, expresada en el término "encarecida recomendación", provocó como reacción un editorial de Irimia en el que se aseguraba que volvían los tiempos de la Inquisición. Finalmente no fue atendida la petición del obispo. La III Romaxe, celebrada en Os Peares (Orense) el 13 de septiembre de 1980, provocó la suspensión a divinis de tres sacerdotes por parte de Monseñor Ángel Temiño Saiz, obispo de Orense en aquel entonces.