Decenas de neoyorquinos han desplegado este domingo sus pancartas de protesta entre la ´zona cero´ y el viejo edificio de Park Place donde está proyectada la construcción el polémico centro islámico. "¡No a la mezquita!" y "¡Respetad nuestros muertos!" han sido dos de las consignas más coreadas entre los quinientos asistentes a la manifestación en el Bajo Manhattan, con las grúas de la "zona cero como telón de fondo".

"Que se lleven la mezquita a veinte manzanas de aquí, pero que dejen de hurgar en nuestras heridas", protestaba Alicia Cassidi, casada con un bombero jubilado que perdió decenas de compañeros en los atentados del 11-S. Los cascos de los bomberos y de los trabajadores de la construcción fueron frecuentes entre los manifestantes.

"¿Te imaginas que los japoneses proponen construir un centro cultural en Pearl Harbor nueve años después?", se preguntaba el bombero Jason McDonald. "Pues esto es exactamente lo mismo... Es lo último que necesitamos junto a la zona cero, donde perdimos tantos seres queridos".

"Ya tenemos más de cien mezquitas en Nueva York, ¿para qué una más?", se lamentaba por su parte B.J. Samway, que acudió con una máscara de Obama y un pancantar donde se leía "La Mezquita Malvada". "El presidente nos ha vuelto a traicionar y el alcalde Bloomberg parece que no se ha enterado".

Beth Gilinsky, al frente de la Coalición en Honor de la Zona Cero (y fundadora de la Alianza de Acción Judía), organizó el acto neoyorquino e incitó a los presentes a micrófono abierto: "No queremos la ley de Sharia en este país, queremos seguir siendo la tierra de los hombres y mujeres libres".

Ted Sjurseth, cofundador de la America´s 911 Foundation, acudió a la convocatoria con decenas de motoristas venidos de varias partes del país a lomos de sus Harley Davidson. "Lo último que necesitamos es una mezquita a la sombra de donde estuvieron las torres gemelas", proclamó el motorista.


A cincuenta metros de allí, separados por las vallas policiales, más de un centenar de neoyorquinos rompió una lanza por la ´libertad de religión´. Entre ellos, el imán Abdul Bagi, al frente de una mezquita en Queens: "América ha sido siempre el país de la tolerancia y ésta es una oportunidad para mandar ese mensaje al mundo. Lo único que pedimos es ejercer nuestro derecho, del mismo modo que lo hacen los cristianos y los judíos que tienen sus templos en el Bajo Manhattan”.