Los parlamentarios del PSOE se encuentran “preocupadísimos” por el futuro de la nueva ley del aborto pues consideran que “pende de un hilo” dada la estrategia del Partido Popular de derribarla en el Tribunal Constitucional para lo cual es indispensable que siga bloqueada su renovación.
 
Según explica el diario El País, “aunque en julio se decidió por un solo voto que la ley no quedara en suspenso, el bloque conservador contaría ahora con la ventaja del voto del catalán Eugeni Gay, magistrado del sector progresista pero cuyo activismo católico le llevaría a votar con los conservadores para tumbar la ley”.
 
Esta situación ha generado la inquietud en los de Ferraz, que considera esencial la renovación del TC para evitar que esta ley quede sin efecto.
 
“El Tribunal acordó una ‘tramitación preferente’ del recurso contra el aborto, lo que impide que se guarde en un cajón o que se ponga a la cola de los demás recursos.
 
Por ello, una vez reiniciada la actividad parlamentaria, los socialistas apurarán la renovación del Constitucional el próximo 7 de septiembre, tal como acordaron PSOE y PP el pasado mes de julio tras examinar a 20 candidatos, señala El País.
 
La correlación de fuerzas en contra del aborto es en estos momentos mayoritaria en el seno del Constitucional, pero la renovación de cuatro de sus miembros cambiaría este panorama. Explica el diario socialista:
 
“Sobre el papel, a favor de la constitucionalidad de la ley votarían la presidenta, María Emilia Casas, y otros cuatro magistrados del bloque progresista. En contra, los cinco magistrados del bloque conservador y el católico Eugeni Gay. El resultado sería así de 6 votos a 5 en contra de la norma, lo que supondría declarar inconstitucional la ampliación de la ley del aborto”.
 
“En el caso de que el PP aceptase cumplir su compromiso y renovase a los magistrados que designa el Senado -que hace ya casi tres años que tendrían que haber sido sustituidos- saldrán del Tribunal el vicepresidente Guillermo Jiménez y los magistrados Vicente Conde y Jorge Rodríguez-Zapata (todos ellos contrarios a la ley del aborto). En cambio, del bloque progresista saldrá solo la presidenta, María Emilia Casas”.
 
“Si como está previsto, de los cuatro nuevos magistrados que elija el Senado acceden dos de cada sector, los conservadores saldrían perdiendo un efectivo. En el Tribunal sólo quedarían los conservadores Javier Delgado, Ramón Rodríguez Arribas y los dos nuevos designados por el Senado. Aún con el voto de Gay, quedarían en minoría y el resultado de 6-5 recaería a favor de la constitucionalidad de la ley del aborto”.
 
La única salida que tiene el PP para ofrecer a sus potenciales electores una derogación de facto de la ley del aborto, sin tener que llevarla a cabo directamente el partido, pasa por un bloqueo absoluto de la renovación del TC:
 
“En el caso de que el PP optase por bloquear la renovación, posiblemente tendría que paralizar también la de los cuatro magistrados que deben ser renovados por el Congreso y cuyo mandato termina en noviembre. Antes de noviembre es casi imposible que hubiese sentencia sobre el recurso del PP contra el aborto. Y en noviembre tendrían que dejar el Tribunal el conservador Javier Delgado, y los progresistas Elisa Pérez Vera y Eugeni Gay. Tras esa renovación, además de perder el previsible voto de Gay, los conservadores quedarían con una teórica inferioridad de siete magistrados frente a cinco. Una situación que difícilmente aceptarán los populares y más si la presidencia recae sobre un progresista”.