Las Damas de Blanco calificaron este viernes de "positiva" la mediación de la Iglesia Católica en Cuba para la excarcelación de sus familiares presos políticos, y tomaron distancia de una dura crítica, realizada por disidentes radicales en una carta abierta al Papa.
"Respetamos las opiniones que pueda dar cualquier persona sobre la Iglesia Católica. La nuestra es que, como mediadora, está haciendo todo lo que ha podido hacer por la libertad de nuestros hombres", dijo a la AFP Berta Soler, una de las líderes de las mujeres.
Opinó que "la Iglesia está haciendo lo que realmente debe hacer una Iglesia: estar al lado de las personas que sufren, de las personas que están presas y de lo está haciendo, el resultado ha sido positivo".
Un grupo de disidentes radicales encabezados por Martha Beatriz Roque dirigió una carta abierta al Papa Benedicto XVI, con 165 nombres, en la que califica de "lamentable y de hecho bochornosa", la mediación de la jerarquía católica ante las autoridades, en virtud de la cual están siendo excarcelados 52 presos políticos, de los 75 disidentes condenados en 2003.
La mitad de esas personas ya fue liberada desde el 7 de julio y han viajado a España con sus familiares.
"Una correcta mediación sobre el tema, hubiera implicado oír los reclamos de ambas partes y conciliarlos. Sin embargo, la solución del destierro (...) sólo beneficia a la dictadura", señala el texto de los disidentes radicales.
Soler explicó que Roque les mostró la carta y que "ninguna Dama de Blanco ha firmado".
"Hay cosas que están ahí (en la carta) que se unen cosas políticas y las Damas de Blanco no somos políticas, nosotras somos defensoras de los derechos humanos y estamos buscando la libertad de nuestros hombres, no queremos mezclarnos con nada político", dijo.
Señaló que gracias a ese diálogo entre el Cardenal Jaime Ortega y el presidente Raúl Castro, iniciado el 19 de mayo, cesaron también los hostigamientos que ellas recibían en sus marchas callejeras.
Una nota del Arzobispado de La Habana aseguró que la Iglesia continuará con su misión pese la carta de "contenido ofensivo" de los disidentes.