El santuario mariano de Lourdes, en los Pirineos franceses, volvió a abrir sus puertas después de que la policía terminase el rastreo por un aviso de bomba que resultó ser falso y obligó a desalojar a unos 30.000 peregrinos, informó hoy la prefectura.
La procesión programada para las 16.30 con motivo de la festividad de la Asunción de la Virgen podrá celebrarse como estaba previsto, terminados los trabajos de los artificieros.
Una llamada telefónica anónima alertó a los medios y a la policía sobre la colocación de cuatro artefactos explosivos en el complejo del santuario, avisando de que explotarían a las 15.00 horas (13.00).
Los responsables del lugar de culto evacuaron a los cerca de 30.000 fieles allí congregados para que los artificieros, apoyados por perros de rastreo, pudieran examinar el lugar.
La evacuación de los creyentes que se habían desplazado hasta Lourdes, en la fecha que más feligreses congrega el santuario mariano, se desarrolló en calma y terminó hacia las 14.00 horas (12.00 GMT), informaron los servicios de prensa de prensa del santuario.
No es la primera vez que el santuario recibe un aviso de bomba pues el 27 de octubre de 2002, la iglesia subterránea San Pío X, uno de los 22 lugares de culto emplazados en el complejo de 50 hectáreas que constituye Lourdes, tuvo que ser evacuada por un episodio similar.
El Papa Benedicto XVI visitó el santuario mariano de Nuestra Señora de Lourdes en septiembre de 2008 para conmemorar el 150 aniversario de las supuestas apariciones de la Virgen a la niña Bernadette Soubirous.