En un artículo publicado en el diario de la Santa Sede, L´Osservatore Romano, el cardenal Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos ha sugerido que se adelante a antes de los siete años la edad para recibir por primera vez el sacramento de la Eucaristía.
 
El purpurado retoma de este modo lo que el Papa San Pío X había indicado en el decreto «Quam singulari», del 8 de agosto de 1910, y aún en vigencia, por el cual se pedía que los niños en uso de razón, en torno a los siete años, pudiesen comulgar y confesarse.
 
El cardenal Cañizares considera el centenario de aquel decreto “una ocasión providencial para recordar e insistir para que se administre la primera comunión en cuanto los niños tengan el uso de la razón, que hoy parece incluso haberse adelantado”.
 
Es una costumbre muy extendida en la Iglesia que este sacramento se dé a los niños de 9 ó 10 años de edad. Sin embargo, Cañizares señala en su artículo que “Al revés, es todavía más preciso adelantarlo”. Y explica por qué: “De cara a lo que está pasando a los pequeños y al ambiente tan adverso en el que crecen, no tenemos que privarles del don de Dios. Los niños viven sumergidos en miles dificultades, rodeados por un ambiente difícil que no les anima a ser lo que Dios quiere de ellos, muchos, víctimas de la familia”.
 
“No podemos, retrasándolo [la eucaristía], negar a los niños -a su alma y su espíritu- el alimento que les permite madurar y llegar a la plenitud”.
 
Respecto al artículo, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Federico Lombardi, ha señalado que aquel “no anuncia ninguna norma jurídica en preparación, simplemente es una reflexión de sabiduría pastoral".

El portavoz vaticano ha afirmado que el texto fortalece la idea introducida por Pío X de que hay que suministrar la comunión a seres “que puedan entender el misterio de Cristo, que sepan qué es lo que están tomando”. “Sin embargo, no hay que pensar que esperando que sean mayores logren una mayor madurez y estén más preparados. Curas y padres tienen que procurar prepararles y acompañarles en el entendimiento”.