«Hay un ala de los Verdes que son como las sandías, verdes por fuera y rojo por dentro. Los hay que fueron estalinistas, apoyando la opresión soviética», ha escrito el cardenal arzobispo de Sydney, George Pell, refiriéndose al partido Australian Greens, ante la cercanía de las próximas elecciones federales australianas.
Pell tiene un trato fluido con muchos jóvenes (fue el anfitrión de las últimas Jornadas Mundiales de la Juventud) y en una parroquia, hablando con jóvenes, les recomendó «examinar las políticas de los Verdes en su web y juzgar por sí mismos cuán concienzudamente anticristianas son».
Pell señaló luego en un artículo en su web que el líder del partido, Bob Brown, es coautor de un libro con el bioeticista Peter Singer, famoso por defender la eutanasia, el aborto e incluso el infanticidio ya que considera que los bebés o ciertos enfermos mentales tienen menos nivel de consciencia que animales como los primates y los delfines.
«Esta ética verde busca sustituir al judeocristianismo», avisa el cardenal.
Pell enumera en su escrito varias iniciativas del partido contra la Iglesia en Australia y añade que «los Verdes son hostiles a la noción de familia», recuerda que apoyan el matrimonio homosexual y concluye: «Son un veneno camuflado en dulce».
Varias voces denuncian que el partido oculta su dimensión anticristiana de cara a las elecciones, en las que espera convertirse en un partido bisagra decisivo entre los laboristas y los liberales.
Jim Wallace, portavoz del grupo de acción política Australian Christian Lobby, explica que su entidad envió un cuestionario con 24 preguntas a los Verdes, muchas sobre temas bioéticos: el partido dejó 18 sin responder. «Es bastante revelador que los Verdes no dediquen ningún espacio en su web a política familiar», señala la directora de comunicación de la archidiócesis, Katrina Lee.
«Los australianos que piensen votar a los Verdes como forma de protesta contra los partidos mayoritarios, especialmente en el Senado, donde podrían hacerse con el equilibrio de poder, se deben a si mismos y a sus familias el estudiar las políticas de los verdes», añade Lee, que llama la atención sobre «el entusiasmo de los Verdes por el aborto y la eutanasia».
Los Verdes cuentan actualmente con cinco de los 76 senadores del Parlamento australiano, 22 representantes en parlamentos regionales y en las elecciones de 2007 sumaron un 9 por ciento del voto.