Alejandro Amenábar, el cineasta más mimado por el Gobierno de Zapatero, y digno representante del llamado «cine español», también director de «Mar adentro», la película pro-eutanasia que fue generosamente apoyada y promocionada por la progresía en España, no sale de su asombro por el enorme batacazo comercial que se ha llevado su última cinta: Ágora.
Ágora fue estrenada en EEUU el pasado 28 de mayo en dos salas de cine, alcanzando una recaudación ridícula de tan sólo 432.000 dólares. La gran superproducción de Amenábar fracasó estrepitosamente en el principal mercado cinematográfico del mundo y, con ello, arrastró a la película al fiasco comercial.
Debía ser un exitazo en taquilla en todo el mundo y por eso su inversión la convirtió en la película española más cara de nuestro cine: 70 millones de dólares, compartiendo galones con Planet 51, cuyo presupuesto iba a la par. La productora de Tele 5 (Telecinco Cinema) vió en Ágora una cinta para ganar mucho dinero e invirtió el 88 por ciento de la inversión total. Desde Telecinco Cinema estimaban que ganarían con Ágora unos 30 millones de euros.
«Según fuentes de toda solvencia consultadas por El Confidencial, cuando Bovaira, el productor de la película, presentó el proyecto a Telecinco, estimó que la taquilla en España sería de unos 15 millones de euros y las ventas en el extranjero supondrían 100 millones de dólares, con lo que el beneficio final para los productores rondaría los 30 millones de euros».
Sin embargo,