El Papa Benedicto XVI exhortó hoy a los fieles a una "vida intensa, rica de obras buenas" y a usar las cosas "sin egoísmo, sin sed de posesión o de dominio, sino según la lógica de Dios, que no es otra que la lógica de la atención hacia el otro, la lógica del amor".
El Pontífice hizo estas manifestaciones ante varios centenares de personas que asistieron al ángelus dominical en el patio central de la residencia de los papas de Castel Gandolfo, a 33 kilómetros al sur de Roma, donde pasa el verano.
Sonriente y con buen aspecto, el Papa subrayó que en el pasaje del Evangelio de este domingo, Jesús resalta ante los discípulos el valor de la persona a los ojos de Dios y la "inutilidad" de las preocupaciones terrenas y que ello debe "empujar" aún más al hombre a una vida intensa, rica en obras buenas.
El obispo de Roma aseguró que el Evangelio cambia la vida y que quien tiene esperanza vive de manera diferente y, echando mano del evangelio de Lucas, recordó las palabras de Jesús "no temas, pequeño rebaño, porque el Padre quiere daros el reino".
Benedicto XVI manifestó también que en estos días la Iglesia celebra a santos que han dejado una importante huella, entre ellos el español Domingo de Guzmán, fundador en el siglo XIII de la Orden de los Predicadores o Dominicos, y la italiana santa Clara de Asís, que, siguiendo la obra franciscana, fundó las clarisas.
También recordó a san Lorenzo y a dos mártires del pasado siglo que compartieron el mismo destino en el campo de extermino nazi de Auschwitz: Edith Stein y Maximiliano Kolbe.
"Ambos atravesaron el oscuro tiempo de la Segunda Guerra Mundial, sin perder de vista la esperanza, el Dios de la vida y del amor", destacó el Papa alemán, quien cuando en 2006 visitó ese campo cerca de Cracovia pronunció una frase histórica: "¿Donde estaba Dios en aquellos días, Por qué calló, Cómo pudo tolerar ese exceso de destrucción, ese triunfo del mal?".