El diplomático de origen asturiano Yago Pico de Coaña (Madrid, 1943) ultimaba ayer los detalles para abandonar su despacho en el Palacio Real, sede de la presidencia del Patrimonio Nacional, órgano que ha dirigido desde 2005. Pico de Coaña ha sido cesado por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tras haber protagonizado un choque con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, por el cierre de la basílica del Valle de los Caídos.
 
Fuentes cercanas al experimentado diplomático, que podría volver a alguna Embajada (ya ha estado en Colombia y en Nicaragua), apuntaron ayer a tensiones políticas como razón última del cese, que se ha producido de forma inesperada. También señalaron que se encuentra «tranquilo» y satisfecho por el deber cumplido. Las mismas fuentes apuntan como causa del relevo las discrepancias entre Pico de Coaña y el Gobierno -especialmente con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega- sobre el cierre del Valle de los Caídos al público dictado ya en diciembre de 2009.
 
En el gabinete de Zapatero son muchos los altos cargos que desean el cierre definitivo del monumento construido durante el franquismo y en cuya basílica se encuentra la tumba del anterior jefe del Estado Francisco Franco, la de su esposa, Carmen Polo, y la de José Antonio Primo de Rivera y 33.872 combatientes de ambos bandos de la Guerra Civil. Para cerrar las dependencias el Ejecutivo argumentó la necesidad de realizar obras en el complejo de Cuelgamuros, para, sin previo aviso, cancelar las visitas de turismo, permitiendo sólo el paso para las misas. La intención del Ministerio de la Presidencia, de quien depende el Valle, aunque el administrador sea Patrimonio Nacional, podría ser cerrar para siempre las instalaciones. En los últimos meses, además de las quejas de los monjes de la abadía benedictina y de otros dirigidas a Patrimonio, habrían crecido las tensiones entre altos cargos del Ministerio de la Presidencia y Pico de Coaña, quien consideraba que era preciso respetar la legalidad y que, pese a tratarse de una basílica menor, ésta no podía ser cerrada al público. El pasado mayo Pico de Coaña se vio entre «la espada y la pared» ante el desmontaje de «La Piedad», de Juan de Ávalos, en el Valle de los Caídos. La decisión fue tomada por el Ministerio de la Presidencia, del cual es titular Fernández de la Vega, con la opinión contraria de expertos de la Sagrada Familia, de la Fundación Juan de Ávalos y de un técnico de Patrimonio Nacional que pidió diálogo. Los técnicos de la Presidencia del Gobierno aludieron al riesgo de desprendimientos del conjunto escultórico.
 
El Gobierno ha informado al Rey del cese y del nuevo nombramiento, que ha recaído en Nicolás Martínez-Fresno, aunque el Ejecutivo no está obligado a someterlo a consideración del Monarca. Hasta ahora existía la costumbre de que el nombramiento contara con el visto bueno de don Juan Carlos, dada la estrecha vinculación de este organismo con la Corona. El sustituto de Pico de Coaña ya era miembro del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional y ha ocupado hasta ahora la Secretaría de Estado de la Presidencia española de la UE que, junto con la de Turismo y la de Asuntos Migratorios, ha sido suprimida para ahorrar.