El prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cardenal Antonio Cañizares, ha criticado este miércoles que tanto la izquierda como la derecha, estén a favor o en contra del aborto, «lo siguen propiciando».
Cañizares se ha expresado así en el curso «El inmenso valor de la vida» que dirige en la Universidad Rey Juan Carlos en Aranjuez, y que ha reunido al portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, y a los ex dirigentes de este partido Juan Costa y Adolfo Suárez Illana.
Ha asegurado que mientras se haga del aborto «un tema puntual» y no se considere el «cambio cultural, total y planetario» que se está produciendo en el mundo «estamos perdidos».
En ese sentido, y al igual que Jaime Mayor Oreja, el cardenal Cañizares se ha referido a la «dictadura del relativismo» que, a su juicio, está provocando que las democracias estén «cayendo». «No existe democracia, y hay que decirlo», ha apostillado.
En su intervención, Mayor Oreja ha alertado asimismo de la crisis de valores que vive la sociedad europea que, en España, está «agigantada» y «acelerada» por el proyecto político del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Así, ha asegurado que Zapatero «está ejecutando implacablemente» su proyecto «basado en el más profundo relativismo» y que «trata de vaciar el sistema de valores en el que se ha sustentado la sociedad», sustituyendo valores por «contravalores».
Mayor Oreja ha recalcado que la Ley del Aborto no es una ley más, sino que supone «un antes y un después» porque la concepción de la interrupción voluntaria del embarazo como un derecho es la «máxima expresión del relativismo».
Ha hecho hincapié en que el resultado de esa política del Ejecutivo «va a ser una chapuza en todos los terrenos» pero ha advertido de que el proyecto «se va a mantener hasta el último minuto del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero».
El ex ministro del Interior ha señalado además que, si la última década fue la de la manifestación de esta crisis, que no es sólo económica sino de valores, la presente será la del «desenlace» y, aunque no ha querido hacer un pronóstico, ha señalado que se puede pasar de una crisis política a una crisis social y a «vivir momentos críticos» en España y en Europa.