Una mujer sacerdote de la comunidad anglicana en Canadá no tuvo mejor idea que darle la «comunión» a un perro durante una celebración litúrgica para darle a él y su dueño una cordial bienvenida con el fin de darle la bienvenida a él y a su dueño.
Según las versiones de los que participaron el último domingo del mes de junio en la celebración eucarística matinal en la parroquia anglicana de San Pedro, en el centro de Toronto, Marguerite Rea dio la oblea como un «gesto espontáneo» para que tanto el animal como su dueño se sintieran bienvenidos, informa www.thestar.com.
Un indignado feligrés de la parroquia, famosa por ser «abierta e inclusiva», entendió que se trataba de un incidente que contradecía las normas y reglamentos de la comunidad anglicana y presentó una queja ante la «reverenda» y la diócesis anglicana de Toronto.
«Le he escrito a la párroco que no es política de la Iglesia Anglicana darle la comunión a los animales» dijo el obispo Patrick Yu, responsable de la parroquia. «Puedo ver porqué la gente se sentiría ofendida. Es algo extraño y chocante y yo nunca había oído que esto haya sucedido antes».
«Creo que la reverenda se dejó llevar por lo que considero un gesto equivocado de bienvenida», agregó Yu, que aseguró que Rea «está bastante avergonzada» y ha asegurado no volver hacerlo otra vez.
Peggy Needham, directora adjunta de la parroquia y testigo del incidente, relató que un hombre se acercó para recibir el pan y el vino con el perro. «Estoy segura que para Marguerite eso fue una sorpresa, como lo fue para todos nosotros». «Pero nadie sintió de que ello fuera gran cosa, porque no era una gran cosa».
«Creo que fue una reacción natural: aquí está este perro, y acaba de levantar la vista, y ella está dando las obleas a la gente y ella solo le dio una a él», dijo Needham. «Cualquiera podría haber hecho eso. No es que ella esté tratando de crear una revolución».