El miércoles pasado, monseñor Velasio De Paolis, C.S., Delegado Pontificio para la Legión de Cristo, se ha reunido por segunda vez con el consejo general de la congregación. En esta ocasión ha entregado y presentado el decreto emanado por la Santa Sede que especifica las modalidades cómo él cumplirá el oficio que el Papa le ha encomendado.

En primer lugar, el decreto retoma los puntos esenciales de la carta de nombramiento del delegado pontificio para los Legionarios de Cristo, es decir, que monseñor De Paolis gobernará la congregación en nombre del Santo Padre “durante el tiempo que sea necesario para completar el camino de renovación y conducirlo a la celebración de un Capítulo General Extraordinario, que tendrá como fin principal llevar a término la revisión de las Constituciones”. Así se concreta el deseo del Papa de seguir de cerca, sostener y orientar el camino de revisión y renovación y el delegado personal atestiguará manifiestamente su cercanía y actuará su nombre en esta familia religiosa.

Sobre esta base, los once puntos del decreto establecen las amplias facultades del delegado pontificio, confirman a los actuales superiores en sus funciones –bajo la autoridad del delegado– y subrayan que la tarea principal de Mons. De Paolis es la de “encaminar, acompañar y realizar la revisión de las Constituciones” en la que “deben colaborar todos los miembros del Instituto”.

Repasando con los superiores de la congregación las diversas disposiciones del decreto de la Santa Sede, Mons. De Paolis informó que los cuatro consejeros personales que le asistirán en su trabajo aún no han sido nombrados.

En cuanto a la visita apostólica al movimiento Regnum Christi, cuya coordinación corre igualmente a cargo del Delegado Pontificio, avisó que la Santa Sede emanará en su momento las indicaciones específicas.

Antes de concluir la reunión, monseñor De Paolis pidió que el decreto de la Santa Sede se distribuyera a toda la congregación y autorizó que también se publicara en las páginas de Internet, junto con la carta de nombramiento del Santo Padre y la carta que él mismo había escrito para ilustrar el significado de su misión y las actitudes que deben animar a los legionarios de Cristo en esta etapa de su historia.

Después del período de verano, a inicios de septiembre, el Delegado Pontificio se reunirá de nuevo con el consejo general de la congregación para planear más concretamente los diversos trabajos a realizar.