La Iglesia católica en Chile ha entregado este miércoles al presidente Sebastián Piñera una propuesta de indulto que beneficia a personas encarceladas, en la que incluye la posibilidad de rebajas de penas e incluso la eventual libertad de ex militares que cumplen condenas por violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la dictadura del fallecido general Augusto Pinochet (19731990).

La proposición denominada «Chile: Una mesa para todos en el Bicentenario» ha sido entregada en el palacio de La Moneda por el presidente de la Conferencia Episcopal chilena, Alejandro Goic, y el cardenal de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, quienes se han reunido con Piñera durante una hora.

En el documento, los obispos argumentan la necesidad de recurrir «a la clemencia y el perdón» para las personas condenadas que permanecen en las cárceles y que hayan observado buena conducta «y no constituyan un peligro para la sociedad», como los presos mayores de 70 años, mujeres que tengan hijos menores de edad y los reclusos con enfermedades invalidantes o terminales.

Sin embargo la mayor expectativa estaba en la propuesta acerca de los 64 ex militares actualmente encarcelados en recintos especiales, en su mayoría condenados por ejecuciones sumarias, desaparición forzosa de personas y aplicación de torturas.

«No sería completa la mesa para todos si no considerásemos en esta petición a quienes cumplen penas por delitos contra los derechos humanos cometidos durante el régimen militar», dice la propuesta, para agregar que «no todos ellos tuvieron igual responsabilidad en los crímenes que se cometieron. A nuestro parecer, no cabe ni un indulto generalizado ni un rechazo general del indulto para todo ex uniformado condenado».

Los obispos chilenos proponen «distinguir, por ejemplo, el grado de responsabilidad que le cupo a cada uno, el grado de libertad con que actuó, los gestos de humanidad que tuvo y el arrepentimiento que ha manifestado por sus delitos».

El presidente Piñera presentará en las próximas semanas un proyecto al Congreso sobre indultos a presos, que suman más de 53.000 reclusos hacinados en las cárceles chilenas. Piñera ha dicho que no hará distinciones entre presos comunes y aquellos que «vistieron uniformes», pues el análisis y otorgamiento de beneficios se hará «caso a caso», con el cuidado de no afectar su política de seguridad pública.


La propuesta de Piñera es apoyada por los partidos que dan sustento a su gobierno, mientras encuentra un rechazo cerrado en la oposición.

El jefe de bancada de Renovación Nacional, Mario Bertolino, dijo que espera «confiado» la decisión que tomará el Presidente Sebastián Piñera, tras haber recibido este mediodía la propuesta de la Iglesia Católica para un eventual indulto con motivo del Bicentenario.

«Valoramos la propuesta de la Iglesia, que va en la línea de la misericordia, la clemencia y el perdón», dijo Bertolino, agregando que valora que se trate el tema «sin ninguna distinción, haciendo prevalecer la igualdad ante la ley, propia de un Estado de Derecho, como el nuestro».
 
«El Presidente es el único que puede tomar una decisión al respecto, y como bancada confiamos plenamente en su decisión y su criterio», dijo.

De otro lado, las agrupaciones humanitarias han considerado «un error» la proposición de la Iglesia, ya que –reclaman- contradice los tratados internacionales suscritos por Chile y «es un paso hacia la impunidad», ha dicho Lorena Pizarro, presidenta de los familiares de detenidos desaparecidos.

Finalmente, el arzobispo Goic aclaró que el planteamiento de la Iglesia «no busca reabrir las graves heridas de ayer ni tampoco pretende que ellas se cierren por decreto, simplemente presentamos a las autoridades de la nación la realidad del dolor de personas que viven privadas de libertad, que han sido juzgadas».