Hablando esta semana con personas que disfrutan con la música, en especial la que acerca al Señor, coincidíamos en las dificultades que entraña la organización de estas iniciativas. En mi caso, he colaborado en la organización de varios conciertos de músicos católicos y he de decir que, aunque no rentabilizamos la inversión, tampoco perdimos dinero, y sí ganamos un buen rato con el Señor para nosotros y los asistentes.
Ahora bien, es cierto que si un único concierto se puede organizar en tres o cuatro meses, un festival como Pj Festival lleva un año de trabajo; muchos factores influyen en la buena marcha de estos eventos y no es posible hacerlo en menos tiempo.
Esperamos que el próximo año sea posible organizar el Pj Festival. Deseamos un buen año de trabajo para la organización, para que sean capaces de llevarlo a cabo…. Y allí nos veremos.
Eduardo Palanca/ReL