Nigeria sigue siendo un lugar muy peligroso para los católicos, donde el secuestro de religiosos se ha convertido además en un negocio para las bandas criminales. Y un nuevo ejemplo de esto se ha visto en la diócesis de Auchi.

Tal y como relata Ayuda a la Iglesia Necesitada, un sacerdote fue secuestrado del seminario menor donde trabajaba el domingo pasado. Hombres armados irrumpieron en el Seminario Menor de la Inmaculada Concepción, en la Diócesis de Auchi, en el Estado de Edo, Nigeria, alrededor de las 19 horas del domingo y dispararon al aire, causando pánico entre los estudiantes y el personal, según un comunicado diocesano enviado a Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Los bandidos se dirigieron al patio del seminario menor y raptaron a dos estudiantes, a quienes pretendían tomar como rehenes. Sin embargo, al oír la confusión, el padre Thomas Oyode, rector del seminario menor, salió y se enfrentó valientemente a los bandidos.

Al darse cuenta de que la ayuda no llegaría a tiempo para salvar a los dos estudiantes de ser secuestrados, el sacerdote se ofreció a intercambiarse por los jóvenes. Los bandidos aceptaron y regresaron al bosque con el sacerdote a cuestas.

La diócesis publicó inicialmente un comunicado explicando los hechos y afirmando que todos los demás estudiantes y el personal del seminario se encontraban bien y habían sido trasladados a un lugar más seguro, pero añadiendo que los criminales aún no habían establecido contacto con las autoridades eclesiásticas.

Nigeria se ha convertido en los últimos años en uno de los países más peligrosos del mundo para los sacerdotes, ya que una combinación de persecución religiosa y bandidaje los ha convertido en objetivos de secuestros en lo que se ha convertido en una industria criminal.

La diócesis de Auchi está situada en el sur de Nigeria, que es mayoritariamente cristiana, lo que significa que lo más probable es que los secuestradores estuvieran actuando puramente por beneficio económico, en lugar de estar motivados por prejuicios anticristianos, pero hay poca información al respecto.

En 2023, un total de 25 sacerdotes, seminaristas y religiosos fueron secuestrados en Nigeria, uno de los cuales fue posteriormente asesinado. Otros tres sacerdotes fueron asesinados en el mismo país ese mismo año.