La diócesis de Mamfé, en Camerún, informó el miércoles 1 de septiembre de que los secuestradores de su vicario general, el padre Julius Agbortoko Abbor, lo liberaron después de tres días de cautiverio y sin que mediara pago de rescate, pese a que antes habían pedido 20 millones de francos CFA (unos 36.000 dólares).
El canciller de la diócesis, el padre Sebastine Sinju, anunció en una nota: “Después de tres días en cautiverio, nos complace anunciar que nuestro hermano y sacerdote, Mons. Julius Agbortoko Abbor, ha sido liberado sin ningún rescate pagado”, dijo el P. Sinju.
Como ya recogió ReL (aquí), Abbor fue secuestrado en el seminario, que también es la residencia del anciano obispo emérito de Mamfé, Francis Teke Lysinge, alrededor de las 6.45 p.m. (hora local) del 29 de agosto.
Abbor acababa de volver a sus estancias tras una visita pastoral y “algunos jóvenes que se identificaron como combatientes separatistas entraron en el recinto del Seminario Mayor y se dirigieron directamente a la residencia del Obispo Lysinge [de 82 años]”, dijo el canciller.
“Mientras estaban allí, notaron la presencia del vicario general, a quien consideraban más joven y más fuerte que el frágil obispo emérito”. Por eso se lo llevaron a él.
“Damos gracias a Dios por su liberación. Agradecemos a todos los que se unieron a nosotros para orar incondicionalmente por su liberación y por nosotros en estos días turbulentos”, dijo el P. Sinju en un comunicado del 31 de agosto.
“Agradecemos a todos nuestros sacerdotes, los fieles y la familia biológica del padre por su firme fe en Dios. Agradecemos la ayuda de todos los que mostraron preocupación”, añadió.
El portavoz diocesano elogió al clérigo secuestrado “por su valentía y tenacidad en los últimos tres días”.
El llamado conflicto de Ambazonia
Desde 2016 hay violencia en las regiones de habla inglesa de Camerún, donde grupos independentistas y guerrillas armas quieren crear un nuevo Estado al que llaman Ambazonia, desgajándolo del resto de Camerún, de cultura francófona.
Por este conflicto de guerrillas han muerto unos 4.000 civiles, unos 2.000 combatientes (más o menos la mitad de cada bando), unas 700.000 personas se han desplazado a otras zonas de Camerún y más de 60.000 han pasado a Nigeria.
A menudo los grupos armados han secuestrado a clérigos, obispos y sacerdotes, pero, hasta el momento, lo más frecuente es que los liberen después de unos días sin causarles daño.
Camerún tiene unos 25 millones de habitantes, de los que un 70% son cristianos (católicos y protestantes), un 20% son musulmanes y el resto se dividen a partes casi iguales entre personas sin religión o seguidores de religiones tradicionales.
Mamfé es una diócesis de unos 430.000 habitantes, de los que un 36% serían católicos. Cuenta con casi 80 sacerdotes.