Continúa la violencia desatada en las calles de Haití. Según publica Vatican News, seis hermanos del Sagrado Corazón acaban de ser secuestrados por grupos armados cuando se dirigían a la misión École Jean XXIII, mientras que otro sacerdote fue raptado tras celebrar misa en la capital, Puerto Príncipe.
"Rezamos por su liberación y por el fin de esta plaga de inseguridad", han escrito los religiosos locales en un comunicado, recordando que la escuela es la única que sigue funcionando en la zona de alto riesgo del centro de la capital, Puerto Príncipe.
Violencia en las calles
También fue secuestrado un sacerdote que acababa de celebrar misa en la capilla de Nuestra Señora de Fátima, en el barrio del Bicentenario, en la capital. Todo esto se suma al caso del obispo Pierre-André Dumas, obispo de Anse-à-Veau y Miragoâne, que fue sometido a dos intervenciones quirúrgicas tras resultar herido el pasado domingo por una explosión en la casa donde se alojaba durante una visita a Puerto Príncipe. El prelado se encuentra mejor y ha empezado a comer, informan fuentes locales.
La situación en el país caribeño sigue siendo muy grave en términos de inseguridad, provocada por la fuerte inestabilidad política y una Policía incapaz de combatir a las bandas armadas que hacen estragos sobre todo en la capital.
Sacerdotes y religiosos son a menudo objeto de secuestros por parte de grupos criminales, atraídos por la creencia de que la Iglesia haitiana es rica y puede pagar rescates. El último episodio grave se produjo hace aproximadamente un mes, cuando seis monjas fueron secuestradas en un autobús.
En aquella ocasión, el Papa Francisco dirigió en el Ángelus del 21 de enero una oración "por la armonía social" en Haití y una invitación a todos "para poner fin a la violencia que causa tanto sufrimiento a esa querida población".