En lo que llevamos de siglo XXI, la Iglesia católica ha crecido un 24% en número de miembros (o fieles bautizados) y ha pasado de 1.050 millones de católicos en el año 2000 a 1.299 millones en 2016.
Es un crecimiento de 249 millones en 16 años, a un ritmo medio de 15 millones más de católicos cada año. Crecer en 15 millones de nuevos católicos cada año es como si la Iglesia recibiese el equivalente de población de un país entero como Chile o Holanda. La media daría un crecimiento de 42.000 católicos más cada día (el equivalente diario a una ciudad como Vic, Soria o San Fernando de Henares).
Estos días se presentan en el Vaticano las cifras del Anuario Pontificio 2018 y del Annuarium Statisticum Ecclesiae 2016, que comenta un artículo de L'Osservatore Romano del martes.
Las estadísticas sobre número de católicos se refieren a datos sobre 2016. Los bautizados pasaron de 1.285 millones en 2015 a 1.299 en 2016, un crecimiento del 1,1%. Pero es un poco menos de lo que crece la población mundial, así que los católicos, que eran un 17,73 por ciento de la población mundial en 2015 pasan a ser un 17,67 por ciento en 2016.
En abril de 2015, el Pew Research Center publicó una investigación que señalaba que la población cristiana (sumando católicos, ortodoxos y protestantes) llegaban a 2300 millones, seguidos por los musulmanes con 1800 millones (si se suman todas las ramas), y los que afirman no tener religión con 1200 millones de habitantes (la mayoría en la China comunista).
Casi la mitad de los católicos del mundo (el 48,6%) vive en el continente americano. Un 22% de católicos vive en Europa, un 17,6% en África y un 11% en Asia. Oceanía tiene solo unos 10 millones de católicos (un 0,76% del total). Según el Annuarium, el país con más católicos (en números absolutos) sería Brasil, con 173 millones.
En 2016 había 415.656 sacerdotes católicos, 687 menos que el año anterior. De los sacerdotes, el 67,9% pertenece al clero diocesano, mientras que el otro 32,1% es parte del clero religioso.
La situación de África es de enorme crecimiento: en apenas 6 años, la Iglesia habría crecido un 23%, pasando de 185 millones de fieles en 2010 a 228 millones en 2016.