La mayor parte de las víctimas mortales del coronavirus son personas ancianas o con enfermedades previas, pero hay excepciones como la del hermano Simplício José do Menino Jesus, de 28 años, joven fraile evangelizador entre los pobres en Brasil. Murió el 28 de mayo por covid-19. Desde los 18 años participaba en la Comunidad Toca de Assis, una comunidad de carisma franciscano nacida en 1994 y muy extendida en Brasil, donde profesó sus votos en 2016.
Su nombre civil era Rodolfo Costa Pimentel. Estaba en la misión de la comunidad en Fortaleza (Brasil) cuando empezó la emergencia sanitaria. Cuando descubrió que había contraído el coronavirus ya estaba bastante grave. Pasó días entubado, con respirador y hasta hemodiálisis.
Fotos del Facebook del hermano Simplicio
Mensajes poco antes de morir
Antes de quedar inconsciente y morir, el hermano Simplício envió un mensaje de audio a sus amigos, citando una frase de San Vicente de Paul: “Es un privilegio morir por la causa de los pobres pues ellos nos abrirán las puertas del cielo”.
En un vídeo que publicó en su cuenta de Instagram poco antes de morir explicaba lo que le motivaba a estar en las calles y con los más pobres: «Estamos aquí con nuestros hermanos para no dejar que sufran aún más de lo que ya sufren por el suplicio de las calles».
Muy devoto desde niño
Desde los 8 años tenía un deseo grande de ser monaguillo y hacer la Primera Comunión. "Conocí la Toca de Assis con 12 años, pero pude comenzar a discernir mi vocación a partir los 15 años, que era la edad permitida. Siempre tuve una aptitud muy grande por la Iglesia. Pensé en ser sacerdote, pues no sabía que era posible ser fraile o consagrado. Entonces, cuando conocí la vida consagrada, me encantó; y en medio de ese deseo vocacional descubrí la Fraternidad de la Toca de Assis. Todavía afuera, seguí y experimenté el carisma porque participé en eventos, adoración y trabajo pastoral en la calle. Cuando cumplí 18 años, me uní a la fraternidad", explicó en su profesión religiosa.
"Dios me pedía algo más, y ese algo era donar mi vida completamente. Tenía la necesidad de vivir con Jesús, no solo de ir a la Iglesia. Entonces Toca y la vida consagrada son una gran realización de ese sueño. Vivir con Dios, adorar a Jesús en el Santísimo Sacramento y cuidar de sus pobres en las calles fue mi deseo inicial, y es el deseo que quiero para siempre. Nuestra misión en la Toca de Assis es adorar a Jesús y después llegar al corazón del pobre, que es Él mismo disfrazado”.
Usaba Instagram y Facebook para difundir sus encuentros de vocación o su trabajo con los pobres en las calles. Pedía donaciones y oraciones para los necesitados. “Mucho más que el alimento físico, estamos allí con ellos, de corazón a corazón, para sentir también el dolor que sienten", escribía.
El arzobispo de Fortaleza, José Antonio Tosi, envió un mensaje de luto a su comunidad, exclamando: «Tan joven y ya cosechado para el Cielo».
El arzobispo de Río de Janeiro, el cardenal Orani Tempesta, envió otro mensaje a su comunidad: “Al conocer al hermano Simplício, agradezco a Dios por los grandes ejemplos que tenemos hoy. Pido para que estas señales aparezcan cada vez más en la sociedad, aparezcan en la Iglesia y que podamos agradecer a Dios por estos hombres y mujeres que dedican su vida al Señor y a los más necesitados”. La Misa por el descanso eterno del hermano Simplício fue el domingo 30 de mayo, durante la Fiesta de Pentecostés, en Fortaleza.
Una pastoral para la gente en la calle
La comunidad Toca de Assis es una Fraternidad de Alianza y un Instituto de Vida Consagrada (los Hijos e Hijas de la Pobreza del Santísimo Sacramento). Tiene presencia en 16 estados de Brasil y en Ecuador, Colombia y Portugal.
Nació en 1994, cuando Roberto José Lettieri, un franciscano recién profeso empezó a impulsar una "pastoral de hombres y mujeres de la calle". En 1998 se estableció como una obra independiente. Numerosos jóvenes se han visto atraídos por su carisma.
Vídeos ilustrativos del carisma de la comunidad Toca de Assís