Monseñor Joseph Zhang Weizhu, obispo de Xinxiang (Henan) sigue detenido por las autoridades comunistas chinas en un lugar desconocido desde hace ya nueve meses. Fieles de esta diócesis han vuelto a denunciar la situación y consideran que se ha “traicionado” el acuerdo entre China y la Santa Sede.
El obispo de 63 años desapareció tras ser detenido por la Policía el 21 de mayo de 2021, cuando regresaba del hospital tras someterse a una operación debido a un cáncer. Junto a él fueron detenidos 10 sacerdotes y 10 seminaristas.
Monseñor Zhang, de 63 años es obispo de Xinxiang desde 1991. Está reconocido por la Santa Sede pero no por el gobierno chino y eso lo convierte en un "criminal".
Tal y como informa AsiaNews, este arresto formó parte de un gran operativo policial en el que participaron 100 agentes de Cangzhou, Hejian, y Shaheqiao.
Los seminaristas regresaron a sus hogares al cabo de unos días y tienen prohibido continuar sus estudios de teología. Los sacerdotes también volvieron a su casa después de algunas "sesiones políticas" para inculcarles la "libertad religiosa" de la que pueden gozar a condición de someterse al Partido Comunista Chino. El obispo, en cambio, sigue detenido "ilegalmente".
Según la ley china, el aislamiento y encarcelamiento de una persona sin cargos no puede durar más de tres meses. Pero el obispo permanece ya nueve meses en un lugar desconocido para los fieles, e incluso para los familiares, sin que se haya presentado ninguna acusación concreta.
A diferencia de lo que sucede en otros casos similares, durante el Año Nuevo chino al obispo no se le permitió regresar con su familia ni siquiera un día. En todo este tiempo la policía únicamente autorizó que dos personas visitaran al prelado, pero sólo por unos minutos y en presencia de agentes de policías.
En China, de acuerdo con las Nuevas Normativa sobre Actividades Religiosas, las celebraciones religiosa y las escuelas (también las de teología) solo están permitidas en lugares registrados y controlados por el gobierno; el personal religioso sólo puede ejercer sus funciones si se adhiere a la Iglesia "independiente" (de la Santa Sede) y se somete al Partido.