La presencia del Papa Francisco en la clausura del Encuentro Mundial de las Familias que tendrá lugar en Dublín del 21 al 26 de agosto ha suscitado en miles de católicos paquistaníes el interés por viajar a Irlanda, pero las autoridades de la isla están negando sistemáticamente los visados por temor a una solicitud posterior de asilo político.

Se da así la paradoja de que quienes más dificultades tienen actualmente para entrar en Europa son los cristianos provenientes de países donde son perseguidos. Recientemente se ha denunciado la política de la primera ministra británica, Theresa May, de acoger a refugiados sirios musulmanes pero no a cristianos, en proporciones que van desde los 2637 a 43 en 2015 a los 7499 a 27 en 2016, y ello a pesar de que los cristianos sirios eran el 10% de la población antes de la guerra.

Respaldo y compromiso del cardenal

El caso irlandés es distinto, porque no se trata de refugiados sino de ciudadanos que solicitan la entrada en el país para un evento y con billete de salida. Sin embargo, según informa Asia News, los consulados de Karachi e Islamabad han negado el visado a las familias que deseaban participar en el Encuentro. 

Se trata de cerca de 10.000 familias provenientes de todo el país que han tramitado la solicitud de visa. Todas las solicitudes presentadas fueron rechazadas. Incluso a los religiosos se les denegó la visa.

El párroco de la iglesia del Buen Pastor en Karachi, Anthony Abraz explica: “La oficina de visas no halló pruebas suficientes de obligaciones familiares, sociales y económicas o de otro tipo que fuercen a regresar a Pakistán luego de la estancia en Irlanda. Todas las solicitudes debían ser evaluadas, analizando caso por caso”, explica el padre Abraz, agregando que dos grupos de laicos también recibieron cartas en las cuales se alegaban los mismos motivos.

El consulado afirma que seleccionó a los peregrinos gracias a cartas de recomendación que fueron escritas por el cardenal Joseph Coutts, arzobispo de Karachi, en las que “garantiza” que los peregrinos no solicitarán asilo una vez llegados a Irlanda.

Los damnificados

Muchos fieles se sienten indignados por cómo se han manejado los procedimientos. Samuel Sarfraz, un empleado de una empresa farmacéutica de la ciudad de Multan (Punjab), vendió un terreno para poder hacerse de las 300.000 rupias (2.420 dólares) necesarias para la solicitud -suma no reembolsable- para poder obtener las visas para su familia de tres hijos. “Esto es una conspiración para sacarle dinero a personas que ya de por sí son marginadas en un país de población mayoritaria musulmana. Si la política era rechazar a todos los pakistaníes, ¿por qué aplicaron tasas para la tramitación de visas para el Encuentro? Sólo queríamos ver a nuestro amado Santo Padre. El rechazo influye sobre nuestras perspectivas de visitar cualquier país europeo en el futuro”, lamentó Samuel.

Asia Bibi, que contó su historia en ¡Sacadme de aquí!, lleva casi diez años en prisión, a la espera de la ejecución o revocación de su condena a muerte por supuesto desprecio a Mahoma y al Corán.

El pasaporte pakistaní crea obstáculos a la hora de visitar muchos países. El Henley Passport Index 2018 lo clasifica como el tercer peor pasaporte del mundo para los viajes internacionales, colocándolo después de Afganistán e Irak.