La noticia sobre una atleta española a la que un transexual con mejor marca impidió acudir a los Juegos Paralímpicos siegue dando mucho de que hablar.
"No conozco a ninguna mujer que con 49 años tenga esos registros. Yo no soy médico, pero entiendo cómo funciona el cuerpo y la realidad es que al final ella se ha desarrollado como hombre biológicamente durante muchos años y entonces eso puede haberla ayudado", comentó la atleta española Melani Bergés.
Ahora es en Estados Unidos donde una deportista trans reconoce su ventaja biológica y pide que se prohíba su participación. La propia Jessica Gil, motociclista y ciclista trans, reconoce que ni ella ni otras deportistas trans deberían competir en la misma competición que las mujeres.
Jessica ha escrito una carta a la Unión Ciclista Internacional (UCI) reconociendo que no es justo compartir competición ya que biológicamente las diferencias son evidentes.
"Supero a mujeres ochos años menores"
"Una vez que el tratamiento hormonal comienza hay una significante pérdida de fuerza y energía. Pero os garantizo que yo todavía retengo la mayoría de mi masa muscular. Mis niveles de testosterona siempre son más bajos que los de una mujer, aunque, incluso con la falta de testosterona en mi cuerpo, aún tengo la habilidad de superar a mujeres ocho o diez años menores que yo en las carreras de ciclismo de montaña", comenta Jessica.
La piloto y ciclista quiere destacar que no es cuestión de inclusión en la sociedad sino un tema de justicia deportiva: "Quiero que la gente comprenda que las mujeres transgénero son válidas e importantes para la sociedad, pero no hay razón para desplazar a las mujeres biológicas de sus deportes simplemente para que las trans se sientan mejor. Los sentimientos de un pequeño porcentaje de personas trans no debería de ser más importante que el 51% de la población mundial".