Este viernes fue secuestrado en Ciudad de Benín, en el estado nigeriano de Edo, el sacerdote Nicholas Oboh, de la diócesis de Uromi. "Estamos seguros de que está vivo, y desde que tuvo lugar el incidente se han dado pasos para asegurar que sea liberado sin sufrir daño", afirmó el padre Osi Odenore, canciller de la diócesis, quien pidió oraciones para su pronta liberación.
Al mismo tiempo, también hombres armados se llevaron a cuatro niños en la localidad de Ikpoba-Okha, inmediatamente al sur de Benin City, de los cuales uno fue liberado al pagar sus padres el rescate.
En rojo, localización de Ciudad de Benín e Ikpoba-Okha.
En las últimas semanas, los grupos islamistas están atacando con especial crudeza a grupos cristianos, en particular católicos. A principios de febrero fueron secuestrados cuatro seminaristas. Tres fueron liberados, uno de ellos gravemente herido, pero asesinaron al cuarto, Michael Nnadi, de 18 años.
Del mismo modo, según recoge Catholic News Agency, a principios de esta semana, mediante un incendio provocado causaron la muerte de treinta personas en el estado de Borno, entre ellas una madre embarazada y su hijo, y destruyeron 18 vehículos que transportaban alimentos.
El arzobispo de Ciudad de Benín y presidente de la conferencia episcopal nigeriana, Augustine Obiora Akubeze, lamentó en una reciente entrevista la polarización política del país y la actitud del gobierno ante las matanzas continuas: "El presidente [Muhammadu Buhari] ha afirmado su consternación ante la incesante matanza de nigerianos, la mayoría cristianos. Muchos nigerianos se preguntan si el presidente vive en un universo paralelo. ¿Cómo puede a estas alturas declararse sorprendido, cuando hemos asistido a entierros masivos de cristianos asesinados por Boko Haram? El gobierno no está haciendo nada para proteger ni a cristianos ni a musulmanes".
Tras añadir que la situación va a peor, monseñor Akubeze dijo que "un aspecto en el que creo que las naciones occidentales y los medios pueden ser de gran ayuda es informando de estas atrocidades en Nigeria, para forzar al gobierno nigeriano a actuar".
Según la organización Puertas Abiertas, ha sido precisamente el ascenso al poder del islamista Muhammadu Buhari en 2015 lo que ha disparado los ataques a los cristianos, que ya no son perseguidos solamente por Boko Haram, sino también por otro grupo terrorista, el ISWAP (Estado Islámico de la Provincia de África Occidental, según sus siglas en inglés), y por militantes de la etnia fulani, en su mayoría musulmanes.
Nigeria figura en el duodécimo puesto en la lista de Puertas Abiertas de países que más persiguen a los cristianos, elenco que encabezan Corea del Norte, Afganistán y Somalia y en la que figuran 50 países, en 32 de los cuales el motivo principal al que es atribuida la persecución es la "opresión islámica".