La situación de violencia en Haití es cada vez más insostenible. Los medios locales acaban de dar a conocer que el convento de las Misioneras de la Caridad, ubicado en Bas Delmas (Puerto Príncipe) sufrió un ataque del grupo armado liderado por Jimmy Chérizier, conocido como "Barbacoa," que irrumpió en la noche del sábado 26 de octubre y procedió a saquear el convento y el dispensario, antes de incendiar todas las estructuras.

La hermana Paësie, fundadora de la familia Kizito y misionera en Haití, a través del misionero camilo, padre Cyprian, fue quien comunicó la noticia: "Los objetos brutalmente robados siguen a la venta en el mercado cercano a la escuela San José".

Grave crisis de inseguridad

"Las hermanas sirvieron en esta casa desde 1979, cuando la Madre santa Teresa de Calcuta inauguró el centro. Y llevan además 47 años atendiendo a la población de Bas Delmas. Cada año, aquí se atiende gratuitamente a unos 1.500 pacientes internos y casi 30.000 externos", explicó la religiosa.

Bas Delmas, donde ocurrieron los ataques, es considerado el "bastión" de Chérizier, un ex policía convertido en líder de bandas criminales que extendieron la violencia en toda la república caribeña. Acusado de ser responsable de una de las peores masacres en los barrios marginales de Puerto Príncipe, Chérizier es actualmente una figura de enorme poder y su nombre provoca un gran temor en todo el país.

Desperfectos ocasionados en el convento por el incendio.

Su rechazo al plan estadounidense para estabilizar Haití y sus declaraciones sobre "liberar la isla de políticos tradicionales y oligarcas corruptos" revelan sus supuestos objetivos, que mantienen al país sumido en una grave crisis de inseguridad, precisó la agencia misionera Fides.