El Papa Francisco viaja al corazón de África, primero a República Democrática del Congo el 31 de enero, y luego a Sudán del Sur. Son dos países muy distintos en historia, tamaño y presencia eclesial, pero ambos sufren de inestabilidad y violencia, grupos armados, gran pobreza y en ambos la Iglesia es un espacio de construcción y defensa de la persona.
República Democrática del Congo, antiguo Zaire y Congo Belga, es francófona, y de enorme tamaño, casi cuatro veces más grande que Sudán del Sur, que tiene el inglés y el árabe yuba como sus dos lenguas francas.
En ambos países los católicos podrían ser la mitad
En la R.D. del Congo viven 105 millones de habitantes según las estadísticas difundidas por la Santa Sede (otras fuentes lo reducen a 95, pero probablemente la cifra más alta es la correcta), de los que más o menos la mitad serían católicos (unos 52 millones), y un 40% serían cristianos protestantes de distintas denominaciones. El resto practican religiones tradicionales o nuevos cultos africanos, con entre un 2 y 4% de musulmanes.
En Sudán del Sur hay menos de 14 millones de habitantes, de los que también serían católicos aproximadamente la mitad (7,2 millones), según datos de la Santa Sede. Otras fuentes -más antiguas, censos y estudios de inicios de siglo- calculan que los católicos serían un 35%, los anglicanos un 20%, los musulmanes menos del 5% y un 20% seguirían religiones animistas.
El Congo no sólo es más grande, sino que su iglesia está más desarrollada: cuenta con 1.600 parroquias, frente a las 120 de Sursudán. Hay que tener en cuenta que en África una "parroquia" puede incluir 30 pueblos dispersos por el territorio de toda una comarca.
En Congo hay otro 8.700 centros pastorales (capillas, santuarios, etc...), mientras que en Sudán del Sur hay menos de 800.
En R.D.Congo hay 62 obispos, 4.200 sacerdotes diocesanos, casi 2.000 sacerdotes religiosos y 10.500 religiosas. Es una iglesia tremendamente viva.
En Sudán del Sur, en cambio, hay 10 obispos, unos 300 sacerdotes entre religiosos y diocesanos y unas 200 religiosas.
En ninguno de los dos países hay apenas diáconos permanentes, que se cuentan con los dedos.
La "ratio" de católicos por sacerdote es mucho peor en Sudán (casi 1.700 fieles por sacerdote) que en R.D. del Congo (600 fieles por sacerdote).
Congo tiene casi 8 seminaristas mayores por cada cien mil católicos, con más de 4.100 en sus seminarios. Sudán del Sur tiene 2,6 seminaristas cada cien mil católicos, menos de 200.
Como en toda África, buena parte de la evangelización depende de un ejército de catequistas ubicados en el más remoto lugar: son 76.800 en Congo y 3.700 en Sudán del Sur.
7,4 millones de menores congoleños en escuelas católicas
Como en otros países de África, buena parte de la red sanitaria y social depende del esfuerzo de la Iglesia y sus comunidades. Así, la Iglesia mantiene en el enorme país congoleño más de 13.000 escuelas primarias, 5.400 escuelas de grado medio o secundaria y 126 centros de estudios superiores y universitarios. En Sudán del Sur tiene 200 escuelas primarias, 33 secundarias y 7 centros superiores o universitarios.
A las escuelas e institutos católicos congoleños acuden 7,4 millones de niños y adolescentes. A los de Sudán del Sur 94.000. Unos cien mil universitarios congoleños se forman en centros católicos.
Profesores en la ceremonia de graduación de la Universidad Católica de Sudán del Sur, en Juba. La Iglesia mantiene 7 centros de educación superior en la pobrísima Sudán del Sur.
La Iglesia mantiene casi 400 hospitales en Congo y 1.670 ambulatorios. En Sudán son 10 hospitales y 40 ambulatorios.
El cuidado de ancianos y enfermos en África se ubica siempre que es posible con la familia. Solo los más enfermos y graves, pobres o solos van a centros de la Iglesia: hay casi 100 en R.D.Congo, y 12 en Sudán del Sur.
También los niños huérfanos se intenta que crezcan con sus parientes, pero el sida, la guerra y los desplazamientos han dejado a muchos solos. La Iglesia mantiene 212 orfanatos en Congo y 9 en Sudán del Sur. También mantiene en Congo 163 centros especiales de reeducación social; sólo 1 en Sudán del Sur.
Retos colosales, pero con juventud, fe y esperanza
En ambos países, la Iglesia carece de muchos medios y se enfrenta a necesidades colosales. Lo que no falta es juventud, y por lo tanto esperanza y entusiasmo. La edad media de la población en España es de 44 años. La edad media de los congoleños es 16, y la de los sursudaneses es 18. Un mar de niños y muchachos que se asoman con fe a un extraño siglo XXI, donde es más fácil tener teléfono móvil que electricidad, donde persiste la pobreza extrema en un país lleno de riquezas.