“Los sursudaneses están conmovidos por ver al Papa Francisco suplicar a los políticos de Sudán del Sur que mantuvieran la paz mientras les besaba los pies. Los vídeos y las imágenes del evento se han emitido en todas las televisiones y publicado en las redes sociales. Van de teléfono en teléfono”, explica a Fides la hermana Elena Balatti, religiosa de las misioneras combonianas que se encuentra en Juba, la capital de Sudán del Sur.
Sucedió el jueves 11 de abril por la tarde, al final del retiro espiritual de los líderes políticos de Sudán del Sur en la casa Santa Marta. El Papa Francisco se arrodilló ante ellos para lanzar un llamamiento por el futuro que comenzará el 12 de mayo. Francisco besó los pies del presidente de la República, Salva Kiir Mayardit, y los vicepresidentes designados, entre ellos Riek Machar y Rebecca Nyandeng De Mabior. (ReL lo contó con detalle y fotos aquí).
“La población reconoce y aprecia enormemente los esfuerzos que el Santo Padre, los obispos y toda la Iglesia local están haciendo por la paz en Sudán del Sur”, explica la religiosa.
“A todos nos ha sorprendido la insistencia del Papa Francisco al recordarles sus responsabilidades para con un pueblo que ha sufrido mucho. Por eso se arrodilló, lo hizo en nombre del pueblo de Sudán del Sur. Y fue un gesto muy apreciado por la gente de aquí”, concluye la misionera.
Cinco años de guerra civil y décadas contra Sudán del Norte
Sudán del Sur cuenta con unos 12 millones de habitantes, de los que un 70% son cristianos(la mitad de los cristianos son católicos) y un 20% practican religiones animistas. En 2011, con un referendo, logró independizarse de Sudán del Norte, que es de religión musulmana y despreciaba y oprimía duramente a las etnias no musulmanas del sur. Por desgracia, tras la independencia llegaron enfrentamientos civiles armados entre facciones y etnias. Aunque tiene petróleo, se trata de uno de los países más pobres del mundo y casi sin recursos educativos y sanitarios.
El Papa Francisco acogió a los líderes políticos y religiosos colaborando con una propuesta que había lanzado el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, Primado de la Comunión Anglicana. Los invitados se alojaron en la Casa Santa Marta, la residencia vaticana en la que se quedan muchos eclesiásticos invitados a jornadas en el Vaticano. El objetivo ha sido fortalecer el llamado "Acuerdo Revitalizado sobre la Resolución de Conflictos en Sudán del Sur", invitando a los que tendrán responsabilidades para ello a partir del 12 de mayo.