El sacerdote Francesco Voltaggio pertenece al Camino Neocatecumenal, es romano, y vive desde hace años en Tierra Santa, donde es el encargado de la Domus Betania, cercana a Jerusalén. Experto en judaísmo, acaba de conceder una interesante entrevista a la periodista Carmen Álvarez Cuadrado, del portal Alfa y Omega, sobre las raíces judías del jubileo católico (este próximo año está convocado uno nuevo en Roma).
Para Voltaggio es importante mirar a la tradición judía para que tenga sentido el Jubileo católico. "Basta pensar en la importancia del número 50 en la tradición judía. Hay un día de la semana, el sabbat, destinado al reposo. Esto se traslada también a los años. Cada siete se celebra el famoso año sabático. Y siete veces siete son 49. Al siguiente es el jubilar. Toda la importancia de este número ha sido transmitida a nuestra fe", comenta.
La importancia del perdón
"Es un ejemplo de cómo el trasfondo judío es fundamental para comprender el Jubileo católico, pero creo que hoy, sobre todo después de la renovación del Concilio —que dio tanta relevancia a la tradición judía—, me parece esencial redescubrirlo. Pero el Jubileo se celebra cada 25 años", recuerda.
A la hora de analizar las raíces hebreas actuales del jubileo católico, Francesco destaca las similitudes en el significado más profundo. "En el sentido espiritual hay similitudes, pero históricamente nunca ha estado claro. Inicialmente, el Jubileo católico se celebraba cada 100 años. Después cada 50, para que pudiesen participar más personas. Pero fue Pablo II el que estableció que fuese cada 25. Por eso, hoy en día no existe vínculo directo con las fechas, pero sí lo hay con la importancia del perdón de los pecados, de la liberación material y espiritual. Los judíos marcaban el inicio del Jubileo con el sonido del jobel; los católicos lo hacen con el Papa abriendo las puertas santas", explica.
"El sonido del cuerno no se utiliza en la tradición católica, pero la apertura de las puertas era un ritual que los judíos también tenían. Sabemos que las del Templo de Jerusalén se abrían en muchas ocasiones, por ejemplo, en el Yom Kipur. Ese día el sumo sacerdote podía acceder detrás del velo al Santo de los Santos, donde se preservaba el Arca de la Alianza. Incluso hoy los judíos abren el armario sagrado donde guardan la Torá como señal de que las puertas de la misericordia están abiertas", añade.
"También el Papa va a abrir la Puerta Santa en una cárcel. Hay una relación entre la apertura de la Puerta Santa en la prisión y el Jubileo judío. Durante ese año se liberaba a los esclavos. Tanto el profeta Isaías como en el libro del Levítico se proclama la liberación de los prisioneros en el año jubilar. Algo que se cumplió con Jesucristo librándonos de la muerte eterna. Aquí la analogía es clara. Francisco ha pedido el perdón de la deuda externa para los países pobres con motivo del Jubileo".
El sacerdote resalta el componente de liberación del jubileo. "El significado del Jubileo judío pasaba también por no esclavizar al prójimo. Ese año, por ejemplo, no se podía explotar la tierra porque tenía que descansar, pero también lo hacía la persona que trabajaba. Hay una conexión directa. No perdonar las deudas era mantener al hermano en un estado de sumisión. Era necesario quitarle todo yugo. Creo que la iniciativa del Papa es importante y, esperemos, sea acogida lo mejor posible", explica.
Una costumbre, la del Jubileo, que el pueblo judío sigue celebrando. "Para ellos, el Jubileo es muy importante. Ya no hay sacrificios, que se hacían en el Templo. Ahora hay mayor énfasis en la Torá, en la ley. Observar meticulosamente el descanso de la tierra, por ejemplo, está prescrito en uno de sus libros sagrados, es decir, en el Levítico, que no está directamente vinculado al Templo", concluye.