En la mañana del próximo 28 de septiembre, en la catedral de la Inmaculada Concepción de Manila, el cardenal Luis Antonio Tagle bautizará a 450 niños de la calle, acompañado por diez sacerdotes, entre ellos el misionero francés Matthieu Dauchez, director de la Fundación ANAK-Tnk (Tulay ng Kabataan) que acoge a estos niños.
En las comunidades más marginadas de las Filipinas circula la convicción de que los sacramentos cuestan dinero y eso hace que muchas familias pobres ni siquiera intenten bautizarse. La diócesis y la fundación colaboran en este gesto para mostrar que no es así y que los sacramentos son para todos.
La Fundación explica que los pobres de Manila no solo se ven expuestos a peligros y amenazas, sino que además muchas veces “permanecen sin los sacramentos por largos períodos”. “Es frecuente que piensen que para acceder a ellos se debe pagar una tasa, pese a que los sacramentos son gratuitos. Además, no saben ni siquiera cómo y qué hacer”, se lee en una nota. El Padre Dauchez agrega: “Si tan difícil es llevar a nuestros hijos heridos a Dios, es mucho más fácil, por el contrario, llevarles al Señor a través de los sacramentos”.
El padre Dauchez desarrolla un intenso trabajo con los niños de la calle de Filipinas
Más de 55.000 niños ayudados, 36 centros de apoyo
La Fundación Tulay ng Kabataan está al servicio de los niños más pobres de Manila desde 1998. TNK ha desarrollado 5 programas orientados a restituir la dignidad a los niños de la calle, a aquellos con necesidades especiales, a lo que revisan los residuos y a aquellos que viven en barrios de chabolas en las zonas suburbanas. La institución también ayuda a los ancianos abandonados en las calles; en total, cada año, los voluntarios reciben a 1.500 niños en 36 centros del área metropolitana de Manila y de Batán.
En los últimos 21 años, TNK ha ayudado a más de 55.000 niños. Entre ellos, al Siervo de Dios Darwin Ramos, quien falleció en el 2012, con solo 17 años, a causa de una grave enfermedad degenerativa. El 28 de agosto pasado, en la diócesis de Cubao (sufragánea de Manila), se inició la causa de beatificación.
Dauchez llegó a misiones casi por despecho, porque compañeros sacerdotes lo señalaban como un cura burgués, para ricos. Contó sus experiencias en dos libros emocionantes disponibles en español: El prodigioso misterio de la alegría. En la escuela de los niños de Manila (Encuentro) y Mendigos de amor.
Trabajando en la Fundación Tulay ng Kabataan (www.anak-tnk.org, "Puente para los Niños") Dauchez descubrió el poder sobrenatural y sanador del perdón en niños que han vivido lo más oscuro y ha comprobado que hay una alegría que viene de Dios y puede florecer incluso donde parece triunfar el mal.
ReL entrevistó al padre Dauchez aquí en 2017