El árbol de Navidad presentado por el Templo Satánico de Wisconsin (EE.UU) en el Festival de Árboles del Museo Nacional del Ferrocarril está generando muchísima polémica. El martes, el obispo David L. Ricken, de la Diócesis de Green Bay, emitió un duro comunicado condenando esta provocación.
"Permitir que una organización/secta usurpe y profane un símbolo tradicional de la Navidad es dividir, y más durante una época del año en la que nos reunimos juntos como comunidad. La Navidad celebra el nacimiento de Jesucristo", dijo el obispo Ricken.
Luces rojas, cruces invertidas...
"Exhibir un árbol de Navidad con luces rojas, cruces invertidas, con una serpiente envuelta alrededor del árbol, y otros simbolismos satánicos, no es algo a lo que las familias y los niños deban estar expuestos en ningún momento. El árbol es ofensivo, daña la unidad y la alegría que trae la temporada navideña", comentó el obispo.
El obispo Ricken animó también a todos los que viven en el noreste de Wisconsin a orar. "Ahora es el momento de ejercer nuestro derecho como creyentes de defender la verdad religiosa y desalentar el mal. Este es un momento para estar alerta, para contrarrestar las fuerzas del mal que están en juego en todo el mundo", expresó.
"Mientras nos preparamos para recibir a Cristo, invito a todas las personas de buena voluntad a orar por la paz y la armonía en nuestro mundo y comunidad local. La oración hace milagros. Doy la bienvenida a cada uno de ustedes y a sus familias a rezar conmigo la poderosa Oración a San Miguel Arcángel. En las Escrituras vemos que nuestro Señor envía ángeles para ayudarnos y guiarnos en este viaje al cielo y para vencer el mal que nos enfrentamos", concluyó.
Pero, el obispo de Green Bay no es el único crítico con el árbol. El congresista republicano Mike Gallagher también expresó su indignación por la presencia del árbol. En una entrevista reciente con Fox News, el representante lo comparó con "ondear una bandera de Hamás dentro de una sinagoga".
"El Templo Satánico de Wisconsin se enorgullece de tener nuestro árbol Sol Invictus exhibido entre los otros árboles navideños en el Museo Nacional del Ferrocarril. Una tradición que comenzó como un ritual pagano y que ha evolucionado hasta convertirse en una práctica festiva muy apreciada, que une a nuestras familias y comunidades en espíritu de pluralismo", comentaron los autores del árbol.
En pro de una supuesta tolerancia, por parte del museo se comentó que ellos no discriminan a ninguna organización que quiera poner un árbol, siempre y cuando las decoraciones no promuevan la violencia, el contenido sexual, el alcohol y las drogas.
Aquí puedes leer las palabras del obispo Ricken.
El Festival de los Árboles del Museo Nacional del Ferrocarril presenta cada año docenas de árboles decorados que se exhiben entre los trenes históricos. El sitio web del museo dice que atrae a más de 20.000 visitantes cada temporada navideña y se extiende hasta el 31 de diciembre.