El italiano Pierbattista Pizzaballa, actualmente al frente del Patriarcado latino como administrador apostólico, ha convocado a una oración por la paz en la Vigilia de Pentecostés, el sábado, a las cinco de la tarde en la iglesia de San Esteban de la Escuela Bíblica, los dominicos de Jerusalén (www.domjer.org).
La diócesis de Jerusalén convoca a esta vigilia de Pentecostés para pedir al “Espíritu Santo que ilumine los corazones y cambie las mentes de los líderes políticos, para que se reúnan para resolver este conflicto que dura ya más de cien años”.
El padre Ibrahim Shomali, sacerdote palestino y canciller del Patriarcado latino de Jerusalén, explica a la agencia AsiaNews que también las otras parroquias del Patriarcado y “también el domingo de Pentecostés será una jornada de oración por la paz”. El padre Shomali explica que la diócesis es ‘madre de todos, cristianos, musulmanes y hebreos’ y como madre está triste cuando uno de sus hijos es excluido o muere. La invitación a “rezar por nuestra tierra”, dice, no es solo para católicos, sino dirigida a “todas las personas d buena voluntad”.
"En este momento, esperamos sólo en el Señor, para que produzca un cambio en el corazón de los líderes, para que termine este derramamiento de sangre. La única solución es el Señor”, dice el sacerdote.
Mensaje de los obispos católicos de Tierra Santa
Por su parte, los obispos católicos de los distintos ritos y territorios de Tierra Santa han difundido una nota denunciando el uso de una fuerza letal desproporcionada por parte de las fuerzas israelíes. También proponen una idea para construir la paz: que Jerusalén sea capital, sí, pero no solo de Israel sino también del Estado Palestino.
En su mensaje, difundido por el Patriarcado Latino (aquí en inglés) y también por la Agencia Fides, la Asamblea de Obispos Ordinarios Católicos de Tierra Santa pide poder fin “lo antes posible” al asedio impuesto a unos dos millones de palestinos en la Franja de Gaza, de los que apenas 1.000 son cristianos (la mitad católicos y la otra mitad greco-ortodoxos).
Católicos árabes en una parroquia latina de Tierra Santa
Los obispos denuncian que decisiones unilaterales respecto a Jerusalén -como el traslado de la embajada norteamericana- “no ayudan a hacer avanzar la tan esperada paz entre israelíes y palestinos”. Recuerdan la petición de la Santa Sede de hacer de Jerusalén “una ciudad abierta a todos los pueblos.
“Creemos” agregan los Obispos Católicos de Tierra Santa “que no hay razón para evitar que la ciudad sea la capital de Israel y Palestina”, añadiendo que esto debería tener lugar a través de la “negociación y el respeto mutuo”.
La Asamblea de Obispos Católicos ordinarios de Tierra Santa reúne a todos los obispos católicos – los de rito latino, grecomelquita, armenio, maronita, caldeo y sirocatólico – presentes en esa región -que incluye Israel, Palestina, Jordania y Chipre- junto con el Custodio franciscano de Tierra Santa.
También se ha pronunciado al respecto el Consejo Europeo de Conferencias Episcopales (www.ccee.eu), en un documento firmado por el arzobispo de Génova, el cardenal Angelo Bagnasco, el arzobispo de Westminster, Vincent Nichols, y el arzobispo de Poznan, Stalislaw Gadecki.
Deploran "otra explosión de odio y violencia, que de nuevo empapa de sangre Tierra Santa". Expresan la cercanía de la Iglesia europea a los católicos de Tierra Santa y expresan "con convicción que la paz y la vida humana son bienes que no se pueden denegar, por encima de todos los intereses nacionales e internacionales".
Invitan "a las comunidades e individuos, en Europa, a unirse también a la oración de la Iglesia de Jerusalén, en un tiempo de meditación y oración por la paz y la defensa de la vida a cualquier coste, el sábado, 19 de mayo, vigilia de Pentecostés".