Como toda madre, Asha quiere lo mejor para sus hijos, un niño y tres niñas. Debido a la situación de pobreza de su familia, nunca ha tenido opción a ir a la escuela. Además de esto, la realidad de la mujer india es la preparación prematura al matrimonio: Asha se casó con 15 años y, junto a su marido, formaron una familia en un pequeño pueblo del noreste de la India.
En el estado de Bihar casi la totalidad de los dalits, considerados como intocables y el grupo más bajo del sistema de castas hindú, son cristianos. Expuestos a una marginación diaria, estas personas se dedican a realizar trabajos indignos, solo por el hecho de estar catalogados como un colectivo sin dignidad ni derechos.
Otro de los problemas de Asha es el mal estado y el deterioro progresivo de su hogar: “Mi casa se está cayendo, no puedo repararla. No hay espacio suficiente”.
De igual manera, el clima extremo de la India, con mucho calor y humedad en verano, dificulta la rutina: “Cuando está lloviendo no puedo cocinar. El techo tiene goteras por eso los niños se van a la cama hambrientos”.
Con todo, Asha confiesa que su vida no es nada fácil: “Tengo que luchar mucho”. Tanto ella como sus hijos acuden a misa todos los domingos, donde encuentran en Jesucristo y en la Virgen María el consuelo y las fuerzas para salir adelante: “En casa rezo a la Virgen María. Le pido a María que proteja a mis hijos y les aleje de todo mal. Nuestra madre es mi madre y ella me muestra el camino”.
Con la mirada puesta en Dios, Asha busca una nueva oportunidad para toda su familia, en especial para sus hijos: “Para mí es duro trabajar en el campo y desearía que mis hijos no tuvieran la misma vida, que después de sus estudios, ellos puedan ser alguien en la vida”.
La fe de la minoría cristiana de la India del noreste ha sido y es una auténtica revolución. El sistema de castas hindú les condena a un status indigno, producto de sus malas acciones en una vida anterior, como consecuencia de la concepción hinduista del Karma y la reencarnación. El mensaje de Jesús les dota de la dignidad que el sistema hinduista les ha arrebatado, les habla de igualdad, de respeto y ayuda al prójimo, de ayuda al que sufre.
Olvidados por todos, los cristianos dalits de la India han encontrado la esperanza en la Iglesia. La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada acude a la llamada de los cristianos pobres de la India con su nueva campaña, destinada a los proyectos que la Iglesia tiene en el Estado de Bihar, destinados a la formación de seminaristas, construcción de iglesias y capillas, coordinación de las misiones, y sostenimiento de la fe entre los más necesitados.
Como una “luz que dignifica a los más pobres”, la campaña de Ayuda a la Iglesia Necesitada lucha por la defensa de la minoría cristiana del noreste de la India, amenazada por la ley anticonversión, que prohíbe cambiar la religión hindú por otra diferente. La defensa de una identidad nacional unitaria e hinduista ha provocado que los cristianos sean considerados como una amenaza en el país.