La protesta de los cristianos iba dirigida por un lado al gobierno de Israel y por otro al Ayuntamiento de Jerusalén por una serie de medidas que afectaban muy negativamente a las confesiones cristianas de la zona. Ambas han sido retiradas por las autoridades y desde este miércoles el Santo Sepulcro vuelve a estar abierto y por fin los peregrinos podrán entrar de nuevo en este santo lugar.
El alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, ha anunciado la suspensión de la recaudación de las tasas con las que querían gravar a las iglesias. Ahora este tema pasará a manos de un comité que estará encabezado por el ministro de Cooperación Regional, Tzachi Hanegbi, y que se reunirá con los representantes de estas iglesias.
Por otro lado, el primer ministro Benjamín Netanyahu ordenó también la suspensión inmediata de la tramitación del proyecto de ley que se debatía en el Parlamento que permitiría expropiar terrenos propiedades de las comunidades cristianas
Ante esta reacción, los líderes cristianos, el custodio Francesco Patton y los patriarcas Teophilo III (griego ortodoxo) y Nourhan Manougian (armenio) han emitido otro comunicado conjunto.
“Damos gracias a Dios por el comunicado dado a conocer hoy por el primer ministro Netanyahu y ofrecemos nuestro agradecimiento a todos los que han trabajado sin descanso para mantener la presencia cristiana en Jerusalén y para defender el status quo”, asegura el texto.
Tras calificar de “intervención constructiva” la medida del primer ministro israelí, las autoridades cristianas esperan ya poder reunirse con la comisión encabezada por el ministro Hanegbi y así asegurar su presencia en Jerusalén, “donde nuestra presencia cristiana sigue haciendo frente a los retos y sigue siendo un lugar en el que las tres religiones monoteístas pueden vivir y prosperar juntas”.
Y una vez conseguido que la presión haya surtido efecto anuncian la reapertura del Santo Sepulcro desde este mismo miércoles.