"Estuve 22 horas escondida debajo de la cama para que los yihadistas no me encontraran". Así lo cuenta Faten Marwan, una joven cristiana de Irak que con solo 18 años sufrió las consecuencias de la persecución de Daesh. Hoy sigue dando gracias a Dios y comparte con todos su testimonio: “He sobrevivido milagrosamente a Daesh”.
Faten es originaria de Qaraqosh. Cuando el autodenominado Estado Islámico invadió la Llanura de Nínive, ella y su familia tuvieron que huir a Erbil, la capital del Kurdistán iraquí.
“Cuando llegó el Daesh a mi ciudad, a Qaraqosh, salimos toda la familia huyendo al Kurdistán”, cuenta el padre de la chica, Marwan Butrus. “Estuvimos sin nada, viviendo gracias a la ayuda a la Iglesia. Hemos vivido estos tres años en una casa alquilada en Ankawa, el barrio cristiano de Erbil en el Kurdistán”.
Marwan era abogado y tenía un despacho en Qaraqosh. Pero ni por un momento estas posesiones le hicieron renegar de su fe. “Yo tenía dinero, y podía haber pagado al Daesh para que no hubiera destrozado y quemado mi casa. Tenía más de un coche… y dejé todas estas cosas en casa para seguir a Dios y para salvar mi vida y la de mi familia. Dios está con nosotros. La Virgen María siempre nos ha protegido para que el Daesh no nos matara. Damos gracias a Dios porque no nos mataron”
Un año después de vivir como refugiada en Erbil, Faten decidió irse a Kirkuk para continuar sus estudios de ingeniería informática. Pero hasta allí también llegó Daesh.
"Los terroristas vinieron a nuestra casa y tuve que estar 22 horas escondida debajo de la cama para que no me encontraran", explica Faten. Sucedió el 20 de octubre de 2016. Cerca de 120 yihadistas intentaron entrar en el Ayuntamiento y la Comisaría de Policía de la ciudad de Kirkuk. Cuando las fuerzas de la seguridada los enfrentaron, los terroristas irrumpieron en el convento de las monjas dominicas para escapar.
Gracias a Dios, Faten y sus compañeras pudieron escapar de en las casas donde residían que fueron alquiladas por el arzobispado caldeo. Pero una hora después, los terroristas hicieron explotar los cinturones que llevaban. "Es un milagro que las sacáramos con vida", aseguró entonces el arzobispo caldeo Yousif Thomas Mirkis en una entrevista concedida a este semanario.
La pasada Navidad, ha sido la primera vez que Faten ha podido celebrar esta fiesta en su casa de Qaraqoh después de la invasión de Daesh. Con estas palabras describe el acontecimiento: "Fue como un milagro. Tras la liberación de la ciudad, tuvimos que esperar algo de tiempo para regresar a casa con seguridad".
Gracias a Ayuda a la Iglesia Necesitada ha sido posible esta vuelta a casa. “Muchas gracias por toda vuestra ayuda, queremos volver”, nos dice Faten, sonriendo. “Ahora estamos viviendo dos familias en la misma casa en Qaraqosh a la espera de que la nuestra pueda estar rehabilitada porque quedó totalmente quemada por el Daesh”.
En sus palabras también describe el sentir de los cristianos iraquíes. “Hoy no es fácil vivir en Irak, pero sabemos que no estamos solos y nos sentimos acompañados por vuestra ayuda y nos dais ánimo para seguir. Esta es la tierra de mis antepasados, de mis abuelos, estamos viviendo en un país que no es fácil para vivir, pero estamos aquí para ser un testimonio de Jesús. Un mensaje para vivir el Evangelio delante de mucha gente. Nosotros queremos a amar, no tenemos dolor en nuestro corazón y podemos perdonar.
La familia Marwan ha vuelto a Qaraqosh. Como ella otras 12.000 quieren regresar. “Ayúdales a Volver” es la campaña de ACN España que permitirá la reconstrucción de sus 13.000 casas.
Faten es testigo de esta vuelta que supone un renacer del cristianismo en Irak. Y antes de despedirse enviaba este mensaje de agradecimiento: “Queremos agradecer mucho todo lo que estáis haciendo para ayudarnos, por rezar, por pensar que hay cristianos en esta parte del mundo que os necesitan.”
“Somos todos hermanos en Cristo, y me gustaría decir a todos los jóvenes y adolescentes españoles que yo tuve muchas dificultades en esta etapa de mi vida, en Iraq, a causa del Daesh.”
“He tenido que sacrificarme mucho para poder continuar con mis estudios y he estado escondida (debajo de una cama) durante 20 horas en una habitación en la que entraron soldados del Daesh, pero siempre tuve Fe en que Jesucristo y su madre la Virgen María me iban a salvar y me devolverían con mi familia, con mi padre y mi madre.”
“Quiero pediros que no dejéis nunca de creer en Dios y en la Virgen su madre, durante toda vuestra vida. Nada puede salvaros en este mundo, nada puede protegeros más que creer en Dios y no perder la fe en Cristo y en la Virgen”.
Si quiere colaborar con la campaña de auxilio a los cristianos iraquíes "Ayúdales a volver" de Ayuda a la Iglesia Necesitada, puede hacerlo pinchando AQUÍ.