Sahak II Mashalian, desde 2019 Patriarca de los armenios de Turquía (unos cien mil) ha propuesto que la gran iglesia de Santa Sofía de Constantinopla deje de ser un museo para ser un lugar de culto, con un espacio para el culto de los musulmanes y otro para el de los cristianos.
El Patriarca Sahak II recuerda que el lugar se creó y se conservó durante siglos para rendir culto a Dios. Sólo en el siglo XX, por decisión de Kemal Ataturk, fundador del Estado turco moderno y laicista, pasó a ser museo. Fue dedicada en el año 360 como iglesia bizantina, hasta la conquista turca en 1453, cuando pasó a ser la principal mezquita del Imperio Otomano. Fue secularizada en 1931, y museizada en 1935.
Mejor los creyentes que los turistas
“Pienso que se adaptan mejor a la naturaleza del lugar los creyentes arrodillados que se postran con respeto y admiración que los turistas que vagan de aquí para allá sacando fotos”, señala el Patriarca, que nació en Estambul en 1962 y conoce bien la ciudad y su ambiente. Reconoce que también el estado otomano, y luego la Turquía moderna, invirtieron recursos durante siglos para conservar el impresionante edificio.
El Patriarca de los armenios de Turquía pide que “Santa Sofía sea abierta al culto. El sitio es bastante grande. Y que una zona sea reservada a los cristianos”. Afirma que todo el mundo lo aplaudiría como un gesto de paz y de "madurez religiosa".
Entronización en 2019 del Patriarca Mashalian, líder de los 100.000 cristianos de la Iglesia Armenia en Turquía, la mayor iglesia del país
Musulmanes y cristianos, compartiendo la cúpula
“Que Santa Sofía se convierta en símbolo de la paz de la humanidad y del siglo actual. ¿Es esta, quizás una utopía?” se pregunta. Dice que puesto que los musulmanes y los cristianos “celebramos todos nuestros cultos bajo el mismo cielo” también pueden "compartir la cúpula de Hagia Sofía”.
El patriarca armenio añade que cristianos y musulmanes tienen fe “en un único Dios/ Alá”, si bien “el credo puede ser diverso”.
Pero Santa Sofía es un lugar especial porque “absorbe mil años de oraciones cristiana y 500 de oración musulmana dentro de sus paredes, lo que es síntesis de la existencia misteriosa, no habrá objeciones a esta práctica”. Él invita a todos los fieles a entrar, respirar el silencio y aprender de esto.
Hagia Sophia (su nombre en griego) “es lugar de sabiduría” y podrá enseñar que “no hay nada más precioso en la historia de la humanidad a través de sus 1.500 años de paz”, añade el Patriarca Mashalian.
“No podemos permitirnos el lujo de un nuevo conflicto entre la cruz y la media luna creciente. La salvación del planeta es inherente justamente en la alianza entre cruz y media luna creciente. Y el honor de presentar una paz similar al mundo sería motivo de orgullo para la República de Turquía”, propone a las autoridades civiles.
Más armenios que griegos en Turquía
Aunque Santa Sofía fue construida para el culto ortodoxo oriental (más de 600 años antes de la separación entre católicos y ortodoxos), en Turquía apenas quedan unos 2.000 greco-ortodoxos, bajo el pastoreo del Patriarca Ecuménico Bartolomé. La mayor comunidad cristiana del país es la de los armenios (algo menos de cien mil), y el Patriarca armenio es invitado con honores protocolarios a las ceremonias de Estado importantes.
En 2014 en Patriarca Bartolomé mostró su oposición a los que querían convertir Santa Sofía en mezquita: "o museo o iglesia", defendió el líder greco-ortodoxo. Pero quizá ante los rumores insistentes de que el Gobierno está pensando en abrirla como mezquita, la propuesta armenia de que sea también iglesia pueda conseguir nuevos apoyos.
Los católicos en todo el país son unos 35.000, en comunidades de rito latino, armenio, caldeo, bizantino y siríaco-antioqueno. Apenas una gota en un país de 82 millones de personas, casi todas musulmanas.