Está prevista para mañana 22 de junio, una nueva reunión entre Estados Unidos y Rusia en Viena sobre el control de armas nucleares y sobre el nuevo Tratado “Start” firmado por los dos países el 8 de abril de 2010 y centrado precisamente en la reducción de armas nucleares. Por este motivo, los obispos de los Estados Unidos y de la Unión Europea han hecho una declaración conjunta en el que advierten que “los recientes acontecimientos geopolíticos nos recuerdan que nuestro mundo sigue estando en grave peligro”.
En vistas a la reunión, los obispos invitan a todo el mundo a unirse en oración por un diálogo fructífero para avanzar en el control de armas y el desarme, promoviendo un mundo más pacífico y justo. Al respecto, destaca la declaración conjunta que han emitido el obispo David J. Malloy, de Rockford, Illinois, presidente del Comité de Obispos Católicos sobre Justicia y Paz Internacional en EE.UU., junto con el obispo Rimantas Norvila, de Vilkaviškis, Lituania, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Unión Europea de la COMECE.
“Implicaciones para la seguridad europea y la paz mundial”
“Ofrecemos nuestras oraciones e invitamos a los católicos y a todos los creyentes a unirse en oración por un diálogo fructífero que promueva el necesario control de armas y el desarme, para fomentar un mundo más pacífico y justo. Si se permite que el nuevo Tratado START expire en febrero de 2021, los Estados Unidos y Rusia no tendrán límites legalmente vinculantes y verificables en sus arsenales nucleares estratégicos por primera vez desde 1972, lo que también podría tener importantes implicaciones para la seguridad europea y la paz mundial”. Como dijeron los obispos estadounidenses y europeos en 2012 : “Para muchos, el horror de una posible guerra nuclear se desvaneció con el fin de la Guerra Fría, pero los recientes acontecimientos geopolíticos nos recuerdan que nuestro mundo sigue estando en grave peligro”.
En un entorno cada vez más multipolar y complejo, los prelados piden que “esta reunión se caracterice por la sabiduría, el fomento de la confianza y la cooperación para hacer del control de armas y el desarme nuclear una alta prioridad”. “Como nos recordó el Papa Francisco durante su reciente visita al Japón: ‘Que la oración, el trabajo incansable en apoyo de los acuerdos y la insistencia en el diálogo sean las ‘armas’ más poderosas [...] para construir un mundo de justicia y solidaridad que pueda ofrecer una auténtica garantía de paz”.