El rabino jefe de Jerusalén, Shlomo Moshe Amar, gran rabino de la rama sefardí, nacido en Marruecos, que llegó a Israel con 14 años, ha publicado una declaración oficial criticando en duros términos a los jóvenes judíos que escupen e insultan a no judíos por la calles de la ciudad, y más en concreto a los clérigos cristianos. El rabino les niega toda justificación religiosa.
La costumbre de algunos judíos ultraortodoxos, especialmente algunos jaredíes extremistas, de escupir e insultar a los clérigos o religiosos cristianos que ven por las calles es bien conocida, y la han sufrido en ocasiones tanto los cristianos de la ciudad como algunos peregrinos. Se acerca un judío ultraortodoxo, bien reconocible por su atuendo, y escupe o suelta un grosero insulto a quien vea vestido de clérigo.
Hay quejas claras desde 2004 (como se ve en este artículo de Haaretz). Los tribunales religiosos jaredíes ya condenaron esta práctica en 2009, asegurando que «además de profanar el Nombre Santo, lo que ya es de por sí un grave pecado, provocar a los gentiles, según nuestros sabios -bendito sea su santo y justo recuerdo- está prohibido y puede llevar a trágicas consecuencias a nuestra comunidad», decía la sentencia del tribunal comunitario jaredí del 30 de diciembre de 2009.
Aún así, esta lamentable actividad, que siempre ha existido aunque muy reducida, en los últimos meses se ha multiplicado. Algunos consideran que se ha ido extendiendo entre un nuevo colectivo: los judíos que no son religiosamente ultraortodoxos o jaredíes pero sí son ultranacionalistas. La situación política, que ha dado alas y más poder a este sector de la población, parece haberlo propiciado.
La realidad es que los cristianos se han cansado y denuncian que muchas más personas han tomado la costumbre de escupirles o maldecirles por la calle y además los agresores creen, o dicen creer, que lo hacen como un servicio a Dios.
Vídeos de ultraortodoxos escupiendo a monjas
En abril el problema alcanzó gran difusión cuando se hicieron virales varios vídeos en los que unos ultraortodoxos escupían a unas monjas a la entrada de la Iglesia de la Flagelación, junto con otros incidentes similares en la Ciudad Vieja.
Contra las excusas religiosas de los agresores se manifiesta el comunicado del Gran Rabino Shlomo Amar.
«Lamentamos oír decir a clérigos no judíos que algunos judíos jóvenes y algunos que dicen ser temerosos de Dios, les persiguen con insultos, blasfemias y más cuando caminan por las calles de la ciudad. Sin duda, hace eso gente irresponsable que no es observante de la Torá. Anunciamos que tal comportamiento está estrictamente prohibido», proclama el Gran Rabino, en un documento que ha sido difundido también por las redes de comunicación cristianas, como la del Patriarcado Latino.
Encuentro de líderes de religiones en Jerusalén durante la pandemia del coronavirus; a la izquierda, el arzobispo Pizzaballa, Patriarca Latino; a la derecha del todo, el Rabino Jefe sefardí de Jerusalén, Shlomó Moshé Amar.
«No se nos permite maltratar a ninguna persona que fue creada a imagen de Dios, como dijo el profeta Miqueas: ‘Mientras todas las naciones van siguiendo a sus dioses, nosotros caminamos en el nombre del Señor Nuestro Dios, por siempre jamás’ (Miqueas 4,5)», añade el Gran Rabino.
«Además de la prohibición obvia que decimos, es también una profanación del Nombre de Dios, lo que es un pecado grave y no sigue la senda judía. Se sabe que en la época del Santo Templo, 70 toros se sacrificaban en los 7 días de Sukkot por las 70 naciones del mundo y se ofrecían oraciones por su paz, bienestar y la paz en el mundo. Es deber además de los jóvenes comportarse respetuosa y honorablemente, como siempre ha sido el uso entre el pueblo judío», añade el Gran Rabino.
El comunicado finaliza con una cita: «Y todos los pueblos del mundo verán el nombre del Señor proclamado sobre vosotros, y estarán de pie con temor. El que nos escucha morará con seguridad con Dios».
Los Zilberman, unos jaredíes lituanos que van por libre
The Times of Israel pone nombre a los agresores: se les llama «los Zilberman», una comunidad de ultraortodoxos de 300 familias de origen lituano, ubicados en la Ciudad Vieja, que se consideran independientes de otros jaredíes. Ellos serían también los que han interrumpido con insultos y escupitajos la mitad de las procesiones de la Semana Santa armenia.
Dice el Times of Israel que el Ayuntamiento envió al vicealcalde Aryeh King a hablar con los rabinos Zilberman para que ellos impidieran que sus estudiantes se dediquen a acosar a clérigos y peregrinos e interrumpir ceremonias, «aparentemente con poco éxito».
Un mes después, es el Gran Rabino sefardí de Jerusalén quien lo intenta. Quizá su argumentación bíblica haga pensar a algunos, pero los jaredíes y aún más los "Zilberman" tienen sus propios rabinos y no reconocen autoridad al rabino sefardí ni tampoco al Gran Rabino Ashkenazí, los que consideran "rabinos del Gobierno".
(Publicado originariamente en la web de la Fundación Tierra Santa).