Una vez más los cristianos han sido objetivo del terrorismo islamista cuando se acercan las fechas navideñas. Este domingo al menos 9 personas han muerto y otras 30 han resultado heridas en un ataque a una iglesia metodista en la ciudad de Quetta, en el oeste de Pakistán, en la que dos atacantes han muerto y los otros se han dado a la fuga.
El ataque contra la iglesia metodista Bethel Memorial, en la que se encontraban unas 400 personas, ha comenzado hacia las 12.10 hora local (8.10 GMT), cuando un atacante suicida ha detonado los explosivos que portaba en la entrada, según ha afirmado a Efe un portavoz de la Policía local.
Otro de los atacantes, que no ha logrado activar el dispositivo para detonar su chaleco cargado de explosivos, ha muerto en un tiroteo con la Policía en el interior de la iglesia, mientras que los dos restantes se han dado a la fuga, según ha explicado ese portavoz. "La Policía está buscando a esos dos que se han dado a la fuga", ha añadido.
Según el portavoz policial, entre los 9 muertos, además de los atacantes fallecidos, hay dos mujeres. Además, ha apuntado a que hay 28 heridos, incluido el agente de Policía que custodiaba el templo. El supervisor del Hospital Civil de Quetta, por su parte, ha elevado el total de heridos a 30 y ha explicado que entre ellos se encuentran mujeres y niños
El atentado ha sido reivindicado por Estado Islámico a través de un comunicado de la agencia Amaq.
Quetta, capital de la provincia de Baluchistán, es una de las localidades más conflictivas de Pakistán, con la presencia de grupos armados separatistas, facciones talibanas y grupos yihadistas.
Los ataques contra minorías religiosas en Baluchistán son frecuentes, el último de ellos de envergadura el pasado octubre en el que al menos 18 personas murieron y 25 resultaron heridas en un atentado suicida con bomba en un templo sufí.
Pakistán es un país de mayoría musulmana suní, donde los cristianos representan menos de 4 millones en una población de casi 200 millones de habitantes.