El hinduismo popular es un conglomerado de creencias religiosas perfectamente capaz de integrar una gran deidad creadora, una infinidad de divinidades menores y toda la cantidad de grandes maestros y figuras ascendidas que se quiera.
Así, muchos hindúes ven con simpatía o directamente con devoción y admiración a Jesucristo como un maestro de virtud, y a veces como un intercesor, y pueden perfectamente acudir a procesiones y actos de devoción popular de los católicos.
Esto se ha visto este domingo en la fiesta de Cristo Rey (o Cristo Rajá), cuando tras casi tres años de restricciones por la pandemia del coronavirus, muchas diócesis han vuelto a celebrar procesiones en las calles y actos públicos de veneración, y a ellas han acudido muchos miles de católicos pero también hindúes, según recoge la agencia misionera AsiaNews.
Procesión de "Cristo Rajá" de 2022 en Ranchi, capital de Jharkhand, una ciudad de más de 1 millón de habitantes.
En Raikia, en el distrito Kandhamal del estado de Orissa, recogen las declaraciones de Harihar Prasad, un hindú que acude a las procesiones de Cristo Rey.
"Que se congregue un gran número de personas en el nombre de Jesús transmite un mensaje claro: Jesús era una buena persona, dispuesta a defender la verdad, la justicia, la paz, la armonía, la unidad y la fraternidad", comenta Prasad.
“Hay muchos caminos para llegar al único Dios, pero el egoísmo humano crea divisiones, prepotencia y dominación. El cristianismo es una religión que ama la paz, la justicia, la unidad y la fraternidad”, asegura este hindú.
Habla también una maestra jubilada, hindú que acude a la celebración y reflexiona sobre la realeza de Cristo. “La fiesta de Jesucristo, el Rey del Universo, nos da la oportunidad de reunirnos independientemente de la religión, secta, casta, credo y color”, afirma.
“Desde la antigüedad ha habido reyes que soñaban con dominar el mundo, con un reino universal que duraría para siempre. Pero Jesús es un rey sumamente diferente de los reyes de la tierra. Vino para convertirse en el servidor de todos, para servir a todos, incluso a sus enemigos", detalla esta maestra.
En Raikia predica el padre Pradosh Chandra Nayak, vicario general de la arquidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar: “El Señor hoy nos invita a ser humildes, a ser justos, a ser servidores, a ser amantes de la paz, la justicia y la verdad”.
Procesión de Cristo Rey en Ambicapur, ciudad de cien mil habitantes en el estado de Chhattisgarh.
Sin ataques en Rajastán: procesiones con flores
En Ajmer, Rajastán -un estado indio donde grupos ultranacionalistas hindúes han atacado recientemente los encuentros de oración pentecostales- la procesión se llevó a cabo en un ambiente de amistad de parte de otros grupos religiosos hindúes y musulmanes.
El padre Cosmos Shekhawat, vicario general de la diócesis, contó a AsiaNews: “La administración nos ha concedido todos los permisos necesarios y personas de otras religiones han recibido la procesión en la calle con flores. Ajmer es muy pacífica: incluso los líderes espirituales de otras religiones se colocaron al costado del camino para darnos la bienvenida".
“Durante la procesión encabezada por monseñor Pius D'Souza, obispo de Ajmer - sigue diciendo el p. Shekhawat - se rezó por las intenciones de nuestro país, por la paz y la armonía en nuestro país. También nos detuvimos en el Hospital St. Francis, dirigido por la Congregación de las Hermanas Misioneras de Ajmer, fundada en 1911, que atiende a personas de todos los credos y castas sin discriminación, y se preocupa especialmente por la atención médica de mujeres y niñas pobres y marginadas. La procesión concluyó luego en el colegio y en la catedral de San Anselmo”.
Fiesta de Cristo Rajá en Ginabahar, un pueblo de 2.000 habitantes en el estado de Chhattisgarh.