La Santa Sede y la Iglesia Católica contribuyeron con 200 millones de dólares de ayuda humanitaria de beneficio directo a más de 4,6 millones de personas en Siria y la región circundante, informó monseñor Paul R. Gallagher, Secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados, ayer en la sede de las Naciones Unidas de Nueva York.
Monseñor Gallgher, informa Zenit, también expresó su “profundo agradecimiento” al Papa Francisco para encontrar una solución política al conflicto en Siria y ayudar en todas las formas posibles a las víctimas de una guerra insensata.
El sacerdote detalló que “al distribuir la ayuda, las agencias y entidades católicas no hacen distinción alguna en cuanto a la identidad religiosa o étnica de las personas que requieren asistencia y dan prioridad a los más vulnerables y necesitados”.
En este sentido, el Secretario del Vaticano indicó que los derechos de “todos los sirios” deben ser protegidos. Declaró que “el estado de derecho, incluido el respeto de la libertad religiosa y la igualdad ante la ley basada en el principio de la ciudadanía independientemente de su raza, origen étnico o religión, es fundamental para el logro y mantenimiento de la coexistencia pacífica y fructífera entre las personas y las comunidades en Siria y más allá”.
Monseñor Paul Gallagher explicó que dada la continua y abrumadora necesidad humanitaria, “la Santa Sede sigue uniendo su voz a los llamamientos a un mayor financiamiento para ayudar a los refugiados y a los países receptores afectados, en particular Jordania, Líbano, Irak, Turquía y Egipto”, y aseguró el “compromiso de la Iglesia Católica de continuar su ayuda humanitaria en el próximo año”.
Asimismo, Monseñor Gallagher especificó que la Santa Sede insta a que se respete plenamente el derecho internacional humanitario, en particular en lo que respecta a la protección de la población civil y las infraestructuras. Además, la Santa Sede expresa también su preocupación por las condiciones y el trato de los presos y detenidos.