El sacerdote filipino Teresito “Chito” Suganob logró escapar el sábado por la noche de las tropas yihadistas que le mantenían cautivo desde el pasado mes de mayo, cuando tomaron la cuidad de Marawi y la catedral, donde se encontraba en ese momento.
El religioso ha sido uno de los rehenes que han sido liberados tras la operación militar realizada por el gobierno de Filipinas para restablecer el control de la zona ocupada por la filial de Estado Islámico en el país.
Según ha informado el gobierno filipino, Suganob fue rescatado cerca de la mezquita en la que se encontraba cautivo aunque tanto él como un profesor habían logrado huir mientras los yihadistas intentaban repeler el ataque de los militares.
El religioso ha asegurado que se encuentra físicamente bien y con fuerzas. Posteriormente, consiguieron rescatar a otros rehenes del grupo islamista.
Según las autoridades, algunos de los rescatados dijeron que los yihadistas les obligaron a convertirse al Islam, a cocinarles la comida y a cuidar a sus heridos. Por su parte, algunas mujeres fueron casadas a la fuerza con los terroristas.
El padre Suganob y una docena de feligreses fueron secuestrados el pasado 23 de mayo, cuando los yihadistas tomaron la ciudad, zona de mayoría musulmana. Cuatro meses después, gran parte de la urbe de unas 250.000 personas se encuentra destruida.
Apenas unos días después de ser capturado, los yihadistas publicaban un vídeo del sacerdote. En él, el padre Suganob aparecía delante de un edificio en escombros y pedía el fin de los bombardeos.