La beca de cada niño incluye cuadernos, uniformes, libros y tres comidas al día, que es algo absolutamente clave para que los niños aprovechen la clase y para que muchas familias admitan que sus hijos vayan a la escuela. Los donativos permiten también incoporar pupitres y otros materiales a la escuela.
Chad, una nación semiárica y musulmana en su mayoría, es considerado el quinto país más pobre del mundo. Además, enfermedades y grupos armados dificultan más la vida cotidiana. Solo la mitad del país, que tiene 13 millones de habitantes, sabe leer y escribir.
La hermana Alejandra le agradece a quienes se identificaron con la causa, porque prácticamente todos los estudiantes de la escuela lograron su beca. “Con esas colaboraciones se han beneficiado muchos niños para que puedan continuar con sus estudios. Se ha comprado material escolar y didáctico y se han hecho reparaciones en la escuela San Daniel Comboni de Deressia, Chad", explica.
“Compartir lo que tenemos nos fortalece como hermanos. Agradecemos también a todos los que quieran y puedan seguir colaborando con esta misión. Dios les multiplicará este gesto de esperanza y amor”, dijo muy agradecida, como recoge el digital LaTeja.cr
Las Misioneras Combonianas (www.comboniane.org/es) fueron fundadas por San Daniel Comboni en 1872. Están presentes en una treintena de países, con más de 180 casas y unas 1.500 religiosas misioneras.